Berlusconi, entre la cárcel y la política italiana
31 de enero de 2012Berlusconi compareció una vez más esta semana ante la Justicia de Milán para dar explicaciones en diligencias preliminares en su contra que podrían desembocar en un nuevo juicio. Se trata esta vez de un proceso por la publicación de escuchas telefónicas en un caso económico.
Una juez de instrucción solicitó que el millonario ex primer ministro italiano sea imputado por "revelamiento de secretos estatales". ¿El contexto?: una adquisición bancaria en la que también está implicado el hermano del magnate mediático, Paolo Berlusconi, quien supuestamente imprimió ilegalmente extractos de las conversaciones telefónicas.
Pero éste es sólo uno de los varios juicios abiertos contra el ex jefe del gobierno italiano, que dimitió el pasado12 de noviembre; aunque no cayó por ninguno de sus escándalos, sino por el impacto de la crisis económica sobre su país.
“Rubygate”: contacto sexual con una menor
Berlusconi está acusado, además, de pagar los servicios de una prostituta menor de edad, Karima el Marough, alias "Ruby Rompecorazones", y de abuso de poder para encubrir esta relación. Pero ‘Il Cavaliere’ niega actuación criminal alguna en el llamado "Rubygate” y no ha participado hasta ahora en el proceso, que continuó también esta semana.
Sus abogados solicitaron sin éxito un aplazamiento, remitiéndose a la ocupada agenda del ex premier, con otras citas judiciales. Y no es sólo una estrategia para ganar tiempo. El magnate italiano enfrenta además un nuevo un juicio por corrupción.
“Caso Mills”: otra vez corrupción
Se le acusa de pagar 600.000 dólares a su ex abogado fiscal, el británico David Mills, para que éste proporcionase pruebas falsas sobre los negocios de Berlusconi durante un anterior juicio por corrupción, en los años 90. El “caso Mills” ya está visto para sentencia y el veredicto de primera instancia podría estar listo en febrero.
En este caso existe controversia sobre la fecha a partir de la cual Berlusconi podría beneficiarse de una prescripción de las acusaciones. Además, la fiscalía solicitó recortar la lista de testigos de la defensa, alegando que la enorme convocatoria era un intento de los abogados para dilatar los procedimientos y que prescribieran los cargos –algo que, según expertos, podría ocurrir a mediados de febrero.
Los abogados del ex primer ministro italiano denunciaron la decisión de los magistrados como una "violación" de los derechos de "Il Cavaliere". La decisión, tomada en diciembre, supone "una grave violación del derecho a la defensa", dijo su abogado Niccolo Ghedini ante el tribunal. Una de estas solicitudes contra los magistrados fue aceptada este lunes (30.01.2012) por un tribunal de apelación de Milán, después de que Berlusconi denunciara que el caso tiene un único objetivo: según él, condenarlo a toda costa.
En un juicio separado y en ausencia, en febrero de 2009, Mills fue condenado por recibir sobornos de Berlusconi; pero fue absuelto luego por una corte de apelación italiana. Y tanto Mills como Berlusconi niegan un comportamiento criminal.
¿De vuelta a la política?
Una condena por el caso Mills no metería a Berlusconi directamente a la cárcel. Le quedarían diversas instancias de apelación y, mientras tanto, seguiría libre. Pero sus esperanzas de volver a la política en primera fila para ‘”reformar a Italia”, como prometió antes de renunciar, se desvanecerían.
Por el momento, Berlusconi mide sus pasos, evita declaraciones en medios electrónicos y comentarios que relacionen a su partido con los duros ajustes que le ha tocado acometer a su sucesor, Mario Monti. En la mira tendrá probablemente las elecciones parlamentarias previstas para dentro de un año. Parece increíble, pero es aún posible.
El ex premier tiene todavía muchos partidarios, aunque éstos hayan dejado de alardear de ello públicamente por el momento, recuerda un análisis del portal alemán Spiegel Online. Y, por si fuera poco, el magnate sigue controlando la televisión privada y hasta la pública cadena RAI –donde dominan figuras de su confianza. Su principal problema es la Justicia: el próximo 10 de febrero, un día antes de la sentencia del “caso Mills”, volverá a tener una audiencia del “Rubigate.”
En últimas, le quedará un pasatiempo: su club de fútbol AC Milán. Aunque tampoco allí se agradecen sus constantes “consejos” sobre la alineación, ironizan varios medios de prensa. Al menos es lo que se desprende de la reciente crítica del futbolista ghanés del Milan, Kevin Prince Boateng: "Por suerte Berlusconi no es nuestro entrenador", declaró Boateng al diario "La Gazzetta dello Sport".
Autora: Rosa Muñoz Lima
Editora: Emilia Rojas-Sasse