Blair sigue de viaje
19 de julio de 2003El primer ministro británico, Tony Blair, calificó desde Tokio de "terrible tragedia" la muerte del experto en armas biológicas David Kelly, y prometió una investigación independiente para esclarecer este asunto dentro de la polémica sobre la participación de Gran Bretaña en la guerra de Irak.
La muerte de Kelly, un experto en armas bacteriológicas del ministerio de Defensa, provocó una crisis que podría ser la más grave experimentada por Blair en los seis años que lleva en el poder.
Mirar para adelante
"Estoy profundamente entristecido por David Kelly y su familia", indicó Blair en la primera declaración sobre el asunto. "Ahora se pasará al curso regular de la cuestión y se procederá a una investigación independiente. Pienso que esto permitirá esclarecer los hechos", agregó. "Espero que podamos dejar de lado las especulaciones, las afirmaciones y las negaciones y que permitamos al proceso seguir su curso", consideró Blair, afirmando que mientras, "nosotros, responsables políticos y prensa, deberíamos mostrar respeto y discreción".
Al preguntársele durante una rueda de prensa con el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, si tenía "sangre en las manos" y si pensaba renunciar, Blair se limitó a mirar fijamente hacia delante y no respondió. Asimismo, el jefe del Gobierno británico eludió responder si su ministro de Defensa, Geoff Hoon, o su director de comunicación, Alastair Campbell, habían presentado sus dimisiones.
Kelly no fue el "topo"
Kelly, de 59 años de edad, fue presentado por el ministerio británico de Defensa como una de las posibles "fuentes" del periodista de la BBC que afirmó que el expediente sobre las armas de destrucción masivas iraquíes había sido "manipulado" por el Gobierno británico para justificar la participación en la guerra contra Irak. Por su parte Kelly, que fue inspector en desarme para Naciones Unidas y había viajado unas 40 veces a Irak, negó ser la "fuente principal" de la BBC.
La prensa al ataque
La prensa británica estima que Tony Blair se enfrenta una crisis de gran envergadura y acusó al Gobierno de haber utilizado al científico como "chivo expiatorio" en su polémica con la BBC.
"Muerte del chivo expiatorio", tituló el "Daily Telegraph". Este periódico pide la renuncia de Alastair Campbell, y que Geoff Hoon " rinda cuentas", mientras que espera que Tony Blair formule "una declaración pública".
El "Daily Mail" también ataca al Gobierno sobre la manera en que trató a Kelly y publica en primera página las fotos de Blair, Campbell y Hoon con el subtítulo "¿Están orgullosos?". El "Daily Mirror", se une a la ofensiva y sostiene que Kelly "fue perseguido a muerte por el Gobierno".
Para "The Independent", Kelly fue "un hombre de bien y un funcionario fiel", que fue presionado hasta llegar a "niveles intolerables". Finalmente, para el "Financial Times", "la muerte de David Kelly es un enorme golpe asestado a todo el Gobierno de Tony Blair".
A pesar de la magnitud que podría adquirir la crisis británica, un portavoz de Blair declaró que su gira continuará como está previsto esta semana por Japón, Corea del Sur, China y Hong Kong.