Bolivia: “buscar un consenso nacional”

Pese a los grandes logros del gobierno que encabeza Evo Morales, como son la conformación de un gobierno que representa a las grandes mayorías indígenas y la nacionalización de los hidrocarburos, que ha generado ingresos con los que se puede financiar programas de ayuda a la pobreza, su mayor déficit, que tal vez ha frenado el desarrollo del país, es la falta de un consenso sobre un proyecto nacional.

Esto ha conducido a un enfrentamiento entre el gobierno central y los movimientos autónomos. “Una situación de empate que inmoviliza a ambas partes y que hace imperativo el diálogo”, afirma el director del Servicio Alemán de Cooperación Social-Técnica –DED- en Bolivia, Dr. Hans Schoeneberger, en conversación con DW-WORLD.

Bolivia, el país más pobre de Sudamérica, depende fuertemente de la ayuda internacional. Es el país que más ayuda recibe de Alemania en América Latina, con fondos anuales de unos 40 millones de euros que son destinados a distintos proyectos a través de créditos blandos, cooperación técnica y otros mecanismos de ayuda. “Una ayuda fundamental para el país, pues toca sectores claves como agua potable, riego y desarrollo de la agricultura y fortalecimiento de la democracia, entre otros”, según Schoeneberger.

El experto advierte que la actual situación de enfrentamiento dificulta también el trabajo de los cooperantes internacionales y a nivel europeo no se tiene una respuesta a este dilema. Schoeneberger hizo un balance tras el sí a la autonomía, resultado del referéndum realizado en Santa Cruz, el departamento más rico del país, mismo que es calificado de ilegal por el gobierno central.

¿En qué estado se encuentra Bolivia en estos momentos?

En primer lugar creo que todos los bolivianos y también los extranjeros que vivimos aquí en Bolivia nos sentimos muy contentos y tranquilos porque el proceso de referéndum de ayer en el departamento de Santa Cruz se desarrolló pacíficamente, contrariamente a lo que se esperaba. Sólo hubo enfrentamientos muy aislados, en bastiones del partido gubernamental Movimiento al Socialismo (MAS). Hubo algunos heridos, pero en la mayor parte del departamento el referéndum se desarrolló pacíficamente.

La prensa boliviana dice que hubo enfrentamientos fuertes entre autonomistas y los seguidores de Morales el día de ayer y advierte que esto es el comienzo de una disputa mayor entre el presidente Morales y las regiones rebeldes.

Repito, creo que los enfrentamientos han sido aislados. Los hubo en el Plan 3000, que es un barrio populoso de Santa Cruz, también en Yapacaní y en San Julián donde habitan colonos del Altiplano, pero han sido casos aislados. Por otra parte, es cierto que el enfrentamiento entre el gobierno y las regiones autónomas se ha complicado. Pero yo espero que este proceso será pacífico y de diálogo. Ambas partes, tanto los autónomos de Santa Cruz, como el presidente Morales llamaron al diálogo ayer y creo que están dispuestos a dialogar y a solucionar estos enfrentamientos por la vía pacífica.

En Santa Cruz, el departamento más extenso, se habla de un apoyo a favor de una autonomía de entre un 61 y un 85%, ¿se tiene ya claridad de las cifras hoy lunes?

Si, las cifras indican que hay una aprobación de los estatutos autonómicos de un 85.7, es decir, 86%. Aproximadamente el 14% rechazó los estatutos autonómicos, pero hay que tomar en cuenta que solamente el 60% de la población participó en el referendo, o sea que la abstención fue del 40%. Durante las últimas elecciones en Santa Cruz el abstencionismo fue del 18%, ahora llegó al 40%.

¿A qué se debió una abstención tan alta?

En algunos lugares los seguidores del presidente Morales efectivamente han evitado que se llegue a la elección, impidiendo el establecimiento de locales para las elecciones y quemando ánforas, esa es una parte. La otra tiene que ver con la inseguridad de la población. Porque el gobierno declaró de antemano el referéndum de ilegal y advirtió que quien participara en él cometía un delito. Había mucha inseguridad jurídica. Porque esa clase de referéndums no está prevista en la actual constitución. Por eso el gobierno lo declaró ilegal. Creo que eso provocó inseguridad e incertidumbre en una parte de la población, por eso no fueron a votar.

¿Cómo se percibe que el gobierno de Evo Morales declare que desconocerá el resultado?

Lo ha declarado prácticamente ilegal y no lo va a reconocer. Sin embargo, el departamento de Santa Cruz va a avanzar con la implementación de sus estatutos y el gobierno tiene muy pocas medidas de fuerza para evitarlo. El problema es que actualmente no existe una corte constitucional funcionando que pudiera emitir algún juicio sobre la legalidad o ilegalidad de este referéndum. Porque solamente un juez de la Corte Constitucional está ejerciendo su función. Los otros o han renunciado o están fuera de servicio con permiso médico y no están trabajando. Eso complica aún más el panorama.

La prensa boliviana afirma que en los barrios más pudientes de Santa Cruz había un ánimo de venganza social y habla de un trasfondo racista en el que los sectores más pudientes reiteran su condición de blancos, mientras que descalifican a Morales y a sus seguidores llamándolos indios.

De que existe racismo en Bolivia y en Santa Cruz, sí, existe. Pero durante esta campaña electoral del referéndum no lo he percibido muy fuerte, no veo que haya un trasfondo racista latente.

¿Que balance haría usted de la gestión de Evo Morales?

Como la gestión de cualquier gobierno, el de Don Evo Morales ha tenido luces y sombras. Pienso que su mayor logro hasta la fecha ha sido el conformar un gobierno de las mayorías de la población de Bolivia. Que es un país indígena y ellos representan esa mayoría indígena. Esta población indígena por primera vez en la historia de Bolivia tiene acceso a las instancias del gobierno, se siente realmente representada. Eso es un avance innegable. Otro logro muy valorado es la llamada nacionalización de los recursos naturales, que en realidad no ha sido una nacionalización sino un aumento a los impuestos a las empresas petroleras que explotan el gas en Bolivia. Eso ha llevado muchos fondos adicionales a las arcas del estado. Que muy bien se pueden emplear en programas de alivio a la pobreza. Eso es algo muy positivo.

Donde yo veo grandes problemas es que el gobierno no ha logrado llegar a un consenso nacional sobre un proyecto nacional. Cómo se quiere llegar a un desarrollo más equilibrado en Bolivia. Más bien ha conducido a un enfrentamiento que estamos ahora observando. Entre los movimientos de autonomías y el gobierno central y eso está paralizando muchos programas del gobierno que justamente no avanzan por estos conflictos. Yo creo que al gobierno no le queda otro camino que buscar el diálogo con los departamentos que buscan la autonomía para llegar a un consenso sobre un proyecto nacional.

¿Eso es lo que usted recomendaría, fortalecer el diálogo?

Sí, ahora hay muy buenas condiciones porque se ha llegado a un empate que ha inmovilizado a ambas partes. El gobierno central está prácticamente paralizado con su proyecto de Constitución política del Estado que no tiene una aceptación en las tierras bajas. Por otra parte, en las tierras bajas, en donde han surgido los movimientos autónomos, tampoco pueden implementar sus políticas sin llegar a un consenso con el gobierno nacional. Es una región que vive de la exportación. Y no se puede exportar los productos agrícolas como la soya o el algodón sin autorización del gobierno central. De alguna forma tienen que llegar a un acuerdo. Esto solamente será posible a través del diálogo.

¿Hay alguna cuestión que quisiera usted añadir?

Es importante mencionar que la actual situación complica el trabajo de las instituciones de ayuda al desarrollo. Entre tanto ya son cinco los departamentos que buscan la autonomía y por tanto es bien complicado apoyar al gobierno central, a los departamentos donde se busca la autonomía, pues el gobierno central se sentiría traicionado. A la vez, esos departamentos representan más de la mitad de la población, o sea, la cooperación está también en un dilema, a quién apoyar y en qué forma.

¿Cómo están tratando ese dilema?

Estamos tratando de analizarlo de forma conjunta. Entre todas las instituciones alemanas, el GTZ, el DED, la KFW y la Embajada alemana. Nos reunimos y analizamos la situación. Pero también tratamos de encontrar una respuesta en el contexto de los donantes europeos que ayudan a Bolivia, pero todavía no tenemos una respuesta.