Bolsa de la cerveza: beber hasta el “crash”
27 de julio de 2007El sistema es conocido como “la bolsa de la cerveza” (Bierbörse). Los bares que adoptan este sistema tienen una peculiar característica: un panel que cuelga de la pared muestra el precio actual de las bebidas. Los valores cambian cada tres minutos aproximadamente. Unos suben, otros bajan… Los clientes miran atentos.
Si la Beck’s es muy vendida, su precio sube. ¿No ha comprado nadie Warsteiner en los últimos 15 minuntos? El precio baja. Los precios varían de acuerdo con la demanda y los clientes intentan, evidentemente, hacer el mejor negocio.
“Hay quien llega a comprar 10 cervezas de golpe”, cuenta Jürgen Gerdau, quien se dedica a desarrollar este software y a asesorar a los dueños de bares que quieran adoptar este sistema.
Crash, bienvenido seas…
Tales ímpetus consumistas suelen aflorar después de un crash. Sí, las bolsas de la cerveza también quiebran y es entonces cuando los precios bajan. El momento de la quiebra se celebra a lo grande: las luces se apagan, el panel comienza a parpadear, toca una campana y… los clientes corren como locos a la barra, claro.
Sólo el que se da prisa consigue buenas gangas, porque ante tamaña demanda en la barra, los precios suben rápidamente otra vez. El momento de la quiebra es tan ansiado por los clientes, como temido por los camareros detrás de la barra.
“El crash ocurre por lo menos una vez cada noche, pero durante la semana es más frecuente. Si todo el mundo se decide a comprar varias cervezas de un viaje, entonces nos quedamos sin vasos”, comenta Gerdau, “es como en las rebajas, todo el mundo se pelea por las gangas.”
Fluctuación controlada por software
Pero, los precios no pueden variar libremente, existe un límite. Los equipos de software instalados en bares y restaurantes para determinar la oscilación de los precios permiten a los dueños establecer unos mínimos y máximos para cada bebida.
Por ejemplo en el bar DAX (nombre real del índice de las principales acciones en Alemania) de cerveza de Bielefeld, en el Estado de Renania del Norte-Westfalia, los precios de los ocho tipos diferentes de cervezas que el cliente puede consumir fluctúan entre 1,80 y 2,60 euros, “dependiendo de qué es lo que los clientes estén pidiendo”, dice Jörg Schuster, uno de los socios.
El DAX de Bielefeld fue inaugurado en diciembre de 2006, así que es un miembro relativamente nuevo de la familia del DAX de la cerveza, que abrió la primera de sus cuatro “filiales” en Braunschweig, en Baja Sajonia, en 1994. En el 99 se inauguró la de Hanóver, también en Baja Sajonia, que tal vez sea la más conocida de todas.
Algo más que solo un nombre
Y es que los bares bursátiles no sólo llevan las siglas del índice de acciones alemán, DAX, integrado en su nombre, sino que además simulan el mundo de las finanzas con su decorado, por ejemplo, con placas de Wall Street en las paredes. La quinta filial está en proceso de construcción en Halle, en Sajonia-Anhalt; aunque los propietarios sean otros, el nombre y la concepción del local son los mismos. Su inauguración está prevista para agosto.
Idea inglesa
Aunque el nombre de estos locales sea el de “bolsa o DAX de la cerveza”, el procedimiento se suele aplicar a todas las bebidas. En el DAX de la cerveza de Bielefeld, por ejemplo, todos los precios fluctúan, desde los del vino espumante, hasta los de la Coca-Cola. Por detrás de la cerveza, el campeón en ventas es el Wodka energy.
“Generalmente, el sistema está diseñado para albergar entre 20 y 30 productos”, describe Gerdau, que entró en este negocio en 1991. “La idea de las bolsas de la cerveza se inició en Inglaterra y en aquella época comenzaba a abrirse paso en Alemania. Observamos lo que ya existía, lo perfeccionamos y desarrollamos un sistema propio”.
Gerdau aplicó su sistema por primera vez en 1991 en un bar del que él mismo era socio en Kiel, en el Estado de Schleswig-Holstein. A partir de entonces comenzó a recibir llamadas de empresarios interesados, primero en Greifswald (Mecklemburgo-Pomerania Occidental) y después en Braunschweig. No tardaron en llegar ofertas desde Berlín…
De esta manera Gerdau fue ganando clientes, y el empresario pasó a concentrarse en el desarrollo del software y en el asesoramiento de interesados. Hasta ahora ya ha vendido cerca de 30 sistemas en todo el país.
Cervecería interactiva
“El sistema no es sólo una garantía de que el negocio va a ir bien, sino que además es una herramienta para hacerlo más interesante, para llamar la atención de los clientes”, dice Gerdau. “Los clientes lo adoran, participan activamente, se sienten desafiados a obtener los mejores precios y se divierten mucho en el proceso.”
Según Jörg Schuster, el consumo de bebidas es más alto en los DAX de la cerveza que en los locales normales. La dinámica desafía a los consumidores. “Una persona astuta y que no se atiene a una sola marca de cerveza puede beber toda la noche a muy buenos precios”, anuncia Gerdau.
La bolsa de la cerveza Berliner Republik, en la capital, funciona desde 1996 y, de hecho, muy bien, según su gerente, Frank Heelemann. “Incluso los lunes tenemos el mismo movimiento, y es que la bolsa ayuda a atraer a la gente. Es nuestro highlight”.
Durante el día, es un bar-restaurante normal. A partir de las 18:00 la bolsa entra en acción y los precios de los 18 tipos de cervezas en la carta, hasta entonces fijados a 2,50 euros, pueden llegar a caer por debajo de 1,50. Eso es así porque Heelemann decidió no establecer un precio mínimo o máximo para las cervezas; allí impera la verdadera ley de mercado.