Bradley Manning: ¿traidor o héroe?
31 de mayo de 2013“Si eres un joven de Oklahoma de 22 años y te encuentras en un lugar oscuro en Irak, viendo videos de posibles crímenes de guerra, y le comunicas tus reparos a tus superiores y estos te instan a hacerte el de la vista gorda, a cerrar la boca, advirtiéndote que tu vida se puede volver desagradable si sigues hablando del tema, entonces no cuesta imaginar que alguien vea el asunto en su contexto y piense que quizá pueda cambiar el mundo, aunque sea un poquito, para mejor”.
Así explica Jeff Paterson, miembro del grupo “Valor para resistir”, la situación del soldado estadounidense Bradley Manning, cuyo proceso comienza este lunes 3 de junio. Se le acusa de haber entregado al fundador de Wikileaks, Julian Assange, miles de documentos gubernamentales secretos durante el tiempo que estuvo emplazado en Irak, en 2010.
Duras condiciones de encarcelamiento
Sea cual sea el veredicto del tribunal de Fort Meade, en el estado de Maryland, el caso de Manning ha tocado a mucha gente, pese a la poca cobertura de los medios de comunicación estadounidenses tradicionales.
Tras su detención en mayo de 2010, Manning quedó en prisión preventiva en Quantico, Virginia, y pasó la mayor parte del tiempo en un régimen especial, en el que era controlado cada cinco minutos por los guardias. Fue forzado a dormir con la cara vuelta hacia una lámpara brillante y durante el día no se le permitía apoyarse contra la pared. Le quitaron su ropa y anteojos cuando encaró indignado a los guardias.
En vista de las críticas internacionales por sus condiciones de encarcelamiento, Manning fue trasladado en 2011 a la prisión militar de Fort Leavenworth, en Texas. En marzo de 2012, tras una investigación de 14 meses, el relator especial de la ONU sobre la tortura, Juan Méndez, acusó a Estados Unidos oficialmente de “trato cruel, inhumano e indigno” a Manning. Casi un millón de personas firmó una petición para que se pusiera fin al aislamiento del soldado.
“Crimen de guerra”
Las declaraciones de Manning ante la corte conmovieron a Michael Ratner, abogado y presidente del Centro Europeo de Derechos Humanos y Constitucionales (ECCHR). “Los ojos se me llenaron de lágrimas cuando vi cómo ese joven declaraba con una increíble dignidad”, contó el abogado a DW.
También el exinfante de Marina Daniel Ellsberg, conocido por la publicación de los “Documentos del Pentágono” sobre la guerra de Vietnam, estuvo presente como observador cuando Manning declaró. Ellsberg lo alabó por haber dado a conocer un video en que soldados estadounidenses disparan desde un helicóptero contra civiles y periodistas. Y señaló que el episodio fue “un crimen de guerra”.
Detractores y defensores
Sus detractores describen a Manning como síquicamente inestable y osado. Robert Turner, cofundador y director del “Centro Nacional de Leyes de Seguridad” de la universidad de Virginia, dice que era bajo y delgado y por eso lo molestaban, pero que eso “no disculpa la entrega de miles de secretos”. A su juicio, eso es “como si uno recorriera una base militar y lanzara granadas por las ventanas”.
El exmarine Jeff Paterson dice en cambio comprender lo que vivió Manning en el ejército. “Yo no creía lo que creían otros marines”, cuenta en conversación con DW. “Yo era el único del regimiento responsable de las cabezas atómicas tácticas”, indica, acotando: “si algo hubiera salido mal en Irak, mi trabajo habría sido destruirlos a todos con armas nucleares”.
Paterson fue el primer soldado estadounidense que se negó a combatir en Irak. Fue encarcelado y luego expulsado de ejército. La situación de Manning es más difícil. El soldado dijo a su defensor que quiere estudiar y entrar al servicio público, que quiere hacer que algo cambie. Quizá ya lo haya conseguido, independientemente del desenlace del proceso.
Autora: Sandy Hausmann / Emilia Rojas Sasse
Editora Rosa Muñoz Lima