Con la salida de la Unión Europea los británicos se libran de muchas restricciones y obligaciones impopulares, pero también pierden las ventajas inherentes a formar parte de una gran bloque. Entre los estados miembro de la UE la libre circulación de personas, mercancías y servicios está garantizada. Eso sí, bajo el estricto cumplimiento de una normativa común que abarca desde el respeto por los Derechos Humanos hasta las especificaciones técnicas de una bombilla. Birgit Maass y Georg Matthes, corresponsales de DW en Londres y en Bruselas respectivamente, han seguido de cerca este proceso desde su gestación, informando sobre incontables encuentros, cumbres y negociaciones, así como viajando por todo Reino Unido, Europa continental e incluso más allá. Ambos han entrevistado a personas afectadas por el Brexit, tanto de manera predecible como inesperada. Los dos periodistas miran hacia el futuro y nos presentan a personas cuyos destinos muestran lo dura que será la competencia en el mundo post-Brexit: comunidades pesqueras procedentes de ambas costas que tiran sus redes en los mismos caladeros, agricultores británicos cuyos ingresos se verán mermados según el tamaño de su explotación y emigrantes que han hecho su vida en un Reino Unido donde ahora ya no son bienvenidos. Aunque quizás los más perjudicados sean los habitantes de ambos lados de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte. Nuestros corresponsales analizan los problemas, ya sean premeditados o accidentales, y presentan a seis perdedores del Brexit y también a algún ganador.