En Berlín buscan detener la erosión
30 de octubre de 2013La Semana Global del Suelo (Global Soil Week) reúne hasta fines de octubre a científicos, políticos y medioambientalistas de todo el mundo que debaten en Berlín sobre estrategias en la lucha contra la erosión de los suelos y la pérdida de tierras fértiles.
Los expertos están de acuerdo en que para detener la pérdida mundial de tierras cultivables es necesario transformar la agricultura, de donde proviene un 90% de los alimentos. Con la erosión se pierde la superficie fértil, una capa de 2.5 centímetros de grosor, que tarda hasta 500 años en recuperarse. Detener la deforestación y la utilización masiva de productos químicos como abonos para aumentar la producción agrícola, están entre las propuestas.
“Los suelos son un recurso vivo. Al igual que una persona que tiene problemas de salud y necesita hacerse análisis, lo mismo sucede con el suelo. Necesitamos hacer análisis para saber cuál es la condición del suelo y saber si dar más nutrientes o no. Esta información se genera en los mapas y nos ayuda a tomar decisiones a nivel gobierno“, afirma el boliviano Ronald Vargas, Oficial Técnico en Suelos y Manejo de Tierras de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El problema es la gran diversidad en los sistemas de información por países. Algunas naciones en desarrollo por ejemplo, siguen usando métodos convencionales, y no han dado el salto tecnológico a la cartografía digital.
“En América Latina hay países que están a la vanguardia como Brasil, Argentina y Chile, pero todavía hay otros que ni si quiera tienen una institución que trabaje el tema de suelos y menos la información sobre ellos. Estos países necesitan mucho apoyo“, afirma Vargas.
Sistema de información de suelos
Una de las buenas noticias dadas a conocer en este foro ha sido el avance del Sistema de Información de Suelos de Latinoamérica (SISLAC), que en alianza con instituciones de 19 países, ha comenzado a desarrollar un sistema moderno de información de suelos.
„Hicimos el lanzamiento del proyecto en abril del año pasado y comenzamos operaciones alrededor de junio. La respuesta de los países ha sido increíble. Hemos pasado de no tener nada en términos de mapeo digital de suelos y bases de datos a tener una red sumamente activa de participantes en 19 países que están sumamente motivados“, afirma la hondureña Aracely Castro, que llegó a Colombia para estudiar su doctorado en suelos y ahora trabaja en SISLAC.
“Este sistema se está desarrollando a través de dos proyectos que son coejecutados por todos estos países con el liderazgo del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) y EMBRAPA de Brasil. Pero estamos pensando ya en lo que viene después. Tenemos que consolidar la información de suelos existente y generar nuevos datos, y también ampliarnos en términos geográficos. Por que todavía está fuera casi todo el Caribe que habla inglés. Uno de los retos es incorporar a estos países“, afirma Castro.
La experta destaca que la Alianza Mundial por el Suelo está financiando estas actividades y los países le han dado una tremenda bienvenida al proyecto. “Estábamos trabajando a ciegas. Ahora ya tenemos mucha más información y respaldo, fundamental para la toma de decisiones y para hacer propuestas“.
El avance de la desertificación
Uno de los temas que se discutieron en el foro fue el desafío de la desertificación. Argentina es uno de los países más golpeados a nivel global. “Tenemos un 75% de tierras secas y un 30% se encuentra en un proceso de desertificación. Prácticamente todo el territorio está afectado debido a la geología pero también por el clima. Nos afecta el fenómeno del niño, oscilación sur, lo que provoca períodos de sequía, de exceso de lluvias, vientos fuertes, etc. Pero también está la presión de las actividades humanas sobre el territorio“, afirma Joaquín Etorena, del Ministerio del Medio Ambiente de Argentina.
El experto señala que la enorme expansión de monocultivos destinados a la producción de agrocombustibles ha agravado la situación pues se han expandido sobre tierras marginales que antes albergaban la cría de ganado. “Tenemos que encontrar soluciones no sólo al manejo sostenible de la tierra sino en un contexto global, porque aquí se discute hasta del comercio exterior y de una serie de aspectos económicos vinculados a la desertificación“, afirma.
El Perú, uno de los países más afectados
Una iniciativa encabezada por la agencia alemana para la cooperación internacional GIZ fue presentada por Cesar Morales, experto de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Perú es uno de los países de América Latina más severamente afectados por la desertificación causada por la actividad humana y la pobreza. Se estima que un 90% de la población vive en zonas áridas amenazadas por la desertificación.
El programa Desarrollo Rural Sostenible en Perú aspira a ser un proyecto piloto para dictaminar un diagnóstico y hacer recomendaciones que serían implementadas en estrecha cooperación con los gobiernos nacionales y regionales.
Morales explica la dimensión del problema a nivel global. “Unas 2.600 millones de personas viven en tierras que están degradadas. Es una proporción muy alta de gente. Eso se traduce en menor productividad, pobreza, migración. Se afecta la seguridad alimentaria y tiene muchas consecuencias. Es un problema muy grave y es global”, afirma.
El experto explica cómo la pobreza se convierte en círculo vicioso. “Las causas de la desertificación son principalmente la sobreexplotación de las tierras debido a la pobreza, la deforestación para ampliar las áreas dedicadas a la agricultura intensiva”. Aunado a ello se suma la problemática del suelo peruano. Mientras que la costa tiene problemas de salinización y pérdida del suelo en grandes cantidades, en la selva lo que ha ocurrido es una deforestación que ha conducido directamente a la erosión.
Perú no es el único. “Todo el territorio andino ha sufrido este proceso desde hace mucho tiempo. Crecientemente la Amazonía también. Es importante atender esto por la velocidad en la que está sucediendo y evitar que se amplíe”, advierte Morales.