Bush no escarmienta
11 de enero de 2007Le Figaro, de París: "Dado que no se vislumbra un triunfo, los objetivos han sido restringidos lo más posible. Ya no se pretende anunciar 'misión cumplida' en Irak, sino restablecer la seguridad en la capital, lo cual es bastante más modesto. Sin embargo, también esa meta está muy distante. Muchos esfuerzos tendrán que hacer las tropas estadounidenses para controlar una ciudad de cinco millones de habitantes, en la que viven distintas comunidades étnicas y ya ha comenzado una guerra civil. Los estadounidenses tendrán que maniobrar hábilmente en lo político para inducir a al gobierno de Maliki a actuar por fin contra las milicias chiítas. El valor simbólico de la batalla de Bagdad es decisivo para Irak y también para toda la región".
Peligro creciente
Türingische Landeszeitung, de Weimar: "La solución militar del conflicto es prácticamente imposible y da igual si Bush envía 20 000 o 50 000 soldados más. Eso ya no funcionó en su día en Vietnam, y tampoco funcionará en la guerra de guerrillas iraquí. A todas luces, Bush ignoró todas las propuestas de las pasadas semanas, continúa por la vía militar y descarta las opciones políticas sugeridas. No hay ningún indicio de cómo se podrían superar las tensiones internas de Irak entre sunitas y chiítas, ninguna idea de cómo incorporar a los países vecinos a la búsqueda de una solución. La línea seguida por Bush implica que la guerra continuará por un buen tiempo y que el peligro de que se propague el incendio más bien aumentará".
Sordera presidencial
La Repubblica, de Roma: "Pese a su derrota en las elecciones de noviembre y al vuelco de la opinión pública, Bush sigue por la senda de la unilateralidad. No tomó en cuenta la opinión de sus generales y, por primera vez, adopta una posición contraria al Pentágono. No aceptó los consejos de la comisión dirigida por James Baker, que contemplaba involucrar diplomáticamente a Irán y Siria. Y tampoco lo alteraron las amenazas de los demócratas. En consecuencia, el 'nuevo rumbo' de la Casa Blanca se parece al viejo camino seguido en Irak que, pese a 3.000 estadounidenses muertos en cuatro años y miles de millones de dólares gastados, sólo convirtió al país en un infierno".
Cuestión de honor
The Guardian, de Londres: "Con la decisión de reforzar las tropas, Bush ignoró el mensaje de las elecciones parlamentarias, de grupo de estudios dedicado a Irak y del mundo entero. Los generales estadounidenses ya tienen problemas suficientes para mantener el actual nivel de tropas prestas para el combate y, adicionalmente, no están convencidos de que una mayor cantidad de soldados pueda marcar una diferencia. En lugar de escucharlos a ellos, Bush secunda a sectores de derecha que argumentan que el honor y los intereses nacionales de Estados Unidos exigen la prosecución de los combates. Da la impresión de que, de ambos aspectos, el 'honor' es el más significativo para él."