Bélgica sin rubias
19 de enero de 2010Bélgica se está quedando virtualmente sin rubias...cervezas. La huelga de la empresa Anheuser-Bush Inbev, principal distribuidor de la "rubia tradicional", la cerveza "Jupiler", tipo pils o pilsener, está dejando huérfanas del producto tradicional belga las estanterías de supermercados y vacías las mesas de restaurantes de medio país.
Bélgica, con casi 600 tipos de cerveza catalogadas oficialmente, es la "primera potencia" cervezera mundial (si se tiene en cuenta la variedad) y por ello, si se cierra el grifo de la "Jupiler" (la más bebida en el país), la situación podría llegar a plantear casi un problema de "identidad".
Y es que decir "Jupiler" en Bélgica, independientemente de los conflictos políticos entre flamencos (en la parte norte, más rica) y francófonos (la menos próspera, al sur) sirve para unir, aunque sea un rato, las voluntades opuestas de unos y de otros, ante un vaso de rubio y "conciliador" lúpulo.
La "Jupiler" es, sin apelación posible, la cerveza más popular (con un 98 por ciento de cuota de mercado, en su tipo) y también la más accesible (cerca de dos euros por vaso).
Afinar la creatividad
Producida en la región de Jupille, Lieja, en Valonia (en la parte francófona), cada botellín de Jupiler contiene 5,4 grados de alcohol, con lo cual es considera una cerveza de fermentación baja, apta para todos los públicos" (o casi).
Debido al conflicto de la empresa Inbev, que controla el 57 por ciento de la producción de la "pilsener" belga, relacionado con el inminente despido de 250 trabajadores, muchos restaurantes y bares se están quedando sin existencias del producto y por ello han tenido que afinar su creatividad para responder a la situación.
Ante la penuria de su rubia favorita, los belgas comienzan a preocuparse. Por ello, hoy la radiotelevisión pública francófona RTBF abría los micrófonos a sos oyentes para que pudieran aportar soluciones alternativas al problema: ¿Pero...es posible beber en Bélgica una rubia que no sea Jupiler?.
"La alternativa está clara", afirmaba el propietario de una fábrica artesanal de cerveza: "Hay que beber las cervezas de las "micro-brasseries" (las empresas familiares que elaboran el producto en un número limitado de botellas).
"En nuestra fábrica producimos sólo 4.000 botellas -de 75 centílitros- al mes. Preferimos la calidad a la cantidad", asegura Pierre Roule, director de la "brasserie" del mismo nombre, en las afueras de Bruselas.
"Si nos quedamos sin cerveza pilsener, otra alternativa es apostar por la cerveza biológica, de fábricas locales, aunque sean más caras", asegura otro oyente.
Bloqueo del personal
La actual "sequía" de cerveza rubia tradicional (tipo "especial", como la denominan los belgas) se ha generado por el bloqueo de los trabajadores de la empresa Anheuser-Bush Inbev a la salida de los camiones de distribución de Jupiler, Leuven y Hoegaarden, tres de los tipos más comunes de "pilsener".
Otra de las alternativas a la "Jupiler", según una encuesta realizada hoy por la televisión belga flamenca VRT, podría ser "la Maes", otra cerveza baja en fermentación similar a la primera. "Pero ambas cervezas son del mismo grupo...!estamos bajo la tiranía de las marcas!", se quejaba amargamente un televidente.
"!No, no...es imposible sustituir una Jupiler por una Maes...o por cualquier otra pilsener", apuntaba una oyente "ortodoxa".
Preguntada por el locutor la razón de su purismo cervecero, aseguraba que "La Maes no pica en la boca como la Jupiler...." (la "Jupiler ne pétille pas", decía en francés, en alusión a la falta de gas de la Maes).
Ante la escasez, muchos bares están dando "gato por liebre", es decir que -sin que los clientes lo noten, mezclan los barriles (para la cerveza a presión) y en lugar de Jupiler ofrecen otras marcas similares.
En pleno debate acalorado por la escasez de "rubias", otro oyente aprovecha para hacer publicidad de su propio blog especializado en cervezas: www.bieresbelges.skynetblogs.be
El 60 por ciento de la cerveza que se produce en Bélgica va para la exportación. Aunque el tipo "pilsener", originario de la población checa de Pilsen, sea el más popular, Bélgica -según los expertos- es el "paraíso" de la cerveza, en función de la enorme variedad de tipos.
Las hay suaves o fuertes (entre tres y 12 grados). Existen variedades fermentadas en barriles de roble, cervezas blancas con trigo (blanches), negras, morenas, afrutadas (cereza o frambuesa) aromatizadas, de fermentación espontánea (con gusto similar al vino), o las "trapistas", elaboradas según el método de los monjes medievales.
dpa
Editor: Pablo Kummetz