Desastre en el Himalaya indio
15 de septiembre de 2021Al principio, nadie se dio cuenta de que el agua golpeaba con furia la orilla del río. La familia de Reena Bhalekar dormía a pierna suelta, mientras la lluvia golpeaba de madrugada la lona de su refugio. "El agua subía muy lentamente", recuerda la joven de 26 años. "Mi hermana ni siquiera se dio cuenta de que el agua había entrado en su casa."
Entonces, un grito desgarrador procedente de algún lugar cercano rompió el silencio. Reena se apresuró a salir y se dio cuenta de que el río había crecido de forma espectacular durante la noche y había llegado a su barriada en Chetru, un pequeña aldea en las afueras de Dharamshala, en el Himalaya indio.
Los asentamientos situados más abajo ya estaban a unos 30 centímetros bajo el agua. La carretera que salía del asentamiento estaba inundada y la familia tuvo que abandonar sus pertenencias y subir a una colina densamente arbolada para ponerse a salvo.
La inundación, que tuvo lugar en julio, causó estragos en todo el distrito, dañando propiedades y provocando un desprendimiento de tierra, en el que murieron once personas. Fue uno de los 35 que se produjeron en el estado de Himachal Pradesh, durante las primeras seis semanas de la temporada de monzones en India. Esto supuso un aumento del 116 por ciento en los incidentes de desprendimiento de tierras, en comparación con el año anterior.
Las aldeas del Himalaya, como Chetru, se encuentran en una región conocida como el "tercer polo" del planeta debido a su vasta capa de hielo, que contiene la mayor cantidad de agua congelada fuera de los casquetes polares. Los científicos advierten que la región se enfrentará a un rápido derretimiento de los glaciares y a patrones de precipitación cada vez más erráticos en el próximo siglo, por causa del cambio climático.
Crisis climática y planificación urbana inadecuada
Sin embargo, según los activistas, catástrofes como la de Chetru apuntan a algo más que al cambio climático. Son una señal de que los efectos de la crisis climática se ven agravados por el desenfrenado desarrollo impulsado por el turismo y el rápido crecimiento urbano.
"En el discurso público, lo más fácil es culpar de esto únicamente al cambio climático", afirma Manshi Asher, activista medioambiental y cofundadora del colectivo de investigación local Himdhara. Esto evita abordar los problemas del desarrollo no planificado, la falta de regulación y el turismo desenfrenado, sostiene Asher.
Un estudio de 2015, encargado por la agencia estatal de gestión de catástrofes, advirtió de los riesgos de la construcción excesiva en Himachal Pradesh. La región corre un alto riesgo de desprendimiento de tierras, dice, pues las obras de construcción y la deforestación desestabilizan aún más la zona, ya de por sí vulnerable.
La familia de Reena y sus vecinos lo experimentaron en primera persona. La expansión urbana y la tala de árboles perturban el terreno y agravaron posiblemente las inundaciones de julio. Esta también fue la razón por la que tuvieron que instalarse en esa zona.
Las familias emigraron hace décadas desde un estado vecino, en busca de trabajo como jornaleros, y se instalaron en Charan Khad, un suburbio de Dharamshala. En 2016, su barriada fue considerada peligrosa desde el punto de vista sanitario y fue demolida, dejando a unas 290 familias sin hogar.
Sin embargo, Asher cree que el terreno se convirtió en una zona codiciada y que la comunidad fue desplazada para dar paso a nuevas construcciones, como parte de un plan de desarrollo urbano del Gobierno central conocido como Smart City Mission, destinado a impulsar el crecimiento económico.
"De repente, se puso en marcha todo un plan de desarrollo de jardines botánicos, aparcamientos y todo tipo de cosas en la ciudad", cuenta. Y añade que no se intentó proporcionar saneamiento ni reconocer legalmente la barriada, lo que habría dado derecho a sus residentes a un reasentamiento. En su lugar, los vecinos tuvieron que construir endebles estructuras de lona junto a un río caudaloso, el único terreno del que disponían.
Deforestación, violaciones de la construcción e inundaciones repentinas
El Tribunal Nacional Verde de la India, competente en cuestiones medioambientales, ha aprobado leyes estrictas sobre la densidad de viviendas y la construcción de edificios de varias plantas. En 2019, el Tribunal Supremo impuso una prohibición total de tala de árboles para proyectos de desarrollo en zonas forestales de Himachal Pradesh. A pesar de ello, la nivelación ilícita de colinas y la destrucción de zonas forestales siguen estando a la orden del día.
"Sobre el papel, las leyes en la India son muy buenas, el problema está en su aplicación", critica el abogado ambientalista Deven Khanna, nombrado en 2018 por el Tribunal Superior de Shimla, capital del estado, para investigar las violaciones ambientales en la región. Afirma que el número de construcciones en Dharamshala que violan las leyes vigentes es "increíblemente elevado".
Dharamshala, sede del Gobierno tibetano en el exilio y destino popular para peregrinos y turistas extranjeros, ha experimentado un importante crecimiento urbano en las últimas décadas, y su población se ha duplicado con creces entre 2011 y 2015.
En Bhagsu, una popular aldea turística, situada en la parte alta de Dharamshala, las expansiones ilegales de edificios, construidas por los propietarios de hoteles sobre la parte superior de un arroyo, obstruyeron el alto flujo de agua durante la repentina inundación de este verano. Al no tener salida, el agua irrumpió en la calle principal, arrastrando coches y causando importantes daños en tiendas y casas. Los anexos ilegales fueron demolidos por orden de las autoridades estatales en los días siguientes.
¿Tecnología como solución?
"El problema es aún mayor en un lugar como Dharamshala porque es un destino turístico y hay muchas oportunidades de ganar dinero con los terrenos y edificios", explica el abogado Khanna. "La gente se arriesga porque solo piensa en el dinero."
Decepcionado por la inacción de las autoridades locales y la falta de resolución del caso en el Tribunal Supremo, Khanna cree que se necesitan soluciones tecnológicas a largo plazo. Aboga por el uso de drones y mapas por satélite, para controlar la cubierta forestal y detectar talas ilegales.
Siguiendo su consejo, el Tribunal Supremo ordenó proyectos piloto, en los que se marcaban los árboles con monitores GPS y se utilizaban drones para cartografiar zonas de los alrededores de Shimla. Sin embargo, a pesar del éxito inicial, los programas se interrumpieron, lo que Khanna atribuye a la falta de voluntad política y a la presión por parte de los ciudadanos.
Expertos en medioambiente de la región, como Asher, consideran que las catástrofes naturales solo pueden evitarse mediante una planificación urbanística sostenible.
Antes de que las inundaciones arrasaran sus casas, la comunidad a la que pertenece Reena llevaba años haciendo campaña para su reubicación en una zona más segura. Ahora han reanudado su lucha para obtener una indemnización y un reasentamiento permanente. Mientras tanto, el Gobierno les ha proporcionado un refugio temporal en las cercanías.
Los recuerdos de la inundación todavía pesan mucho sobre Reena. "Tengo pesadillas en las que el agua vuelve por la noche y se lleva a todos mis hijos y a toda la comunidad", dice. "Nadie escapa." (ar/rml)