México: educar para el progreso

El político mexicano llegó a Berlín para participar en una conferencia internacional organizada por la fundación Friedrich Naumann, cercana al Partido Demócrata Liberal (FDP) el socio minoritario en la coalición que preside la canciller Angela Merkel. Gabriel Quadri participó en un debate que destacó los problemas y oportunidades que significa para las naciones en desarrollo el combate al cambio climático. El economista y académico habló con DW sobre sus propuestas de llegar a la presidencia de México, los obstáculos a su candidatura y su llamada “Revolución blanca”, con la que quiere hacer de la educación el pilar de la transformación económica y social del país.

DW:¿Cómo evalúa la cooperación bilateral entre México y Alemania y qué oportunidades en el combate al cambio climático hay para un país como México?

Gabriel Quadri: Alemania tradicionalmente ha sido el socio más importante para México en la cooperación técnica, científica y en materia medioambiental. Ya son varias décadas en las que Alemania tiene un interés especial por México y esto hay que agradecerlo. Sigue habiendo grandes oportunidades de cooperación en tecnología y políticas públicas, así como en la conformación de una coalición internacional en favor de un nuevo régimen de reducción de gases de efecto invernadero en el mundo donde puede haber una convergencia de intereses muy clara entre Alemania y otros países europeos y países emergentes como México.

DW: México se encuentra en plena campaña electoral y usted es uno de los candidatos. ¿Cuáles son los problemas más acuciantes que tendrá que afrontar el candidato que resulte electo?

El tema central es la seguridad pública, el de la formación de una policía federal mucho más grande, de excelente capacitación, de clase mundial como la que existe en Alemania, España, y Chile, por ejemplo. Eso significa la desaparición de las policias municipales en un proceso a largo plazo en donde se concentren las capacidades operativas y logísticas en 32 policías estatales dentro de todo un sistema de coordinación entre policías federales y estatales. Desde luego es necesaria la creación de nuevos principios en la relación de los mexicanos con la ley y la legalidad. La creación de una cultura de legalidad, de ciudadanos respetuosos de la ley. Esto ha sido un enorme déficit en México.

Esto tiene que ver con la educación, con cómo educar para el cumplimiento de la ley y por otro lado, en paralelo, ir estudiando con seriedad la manera de legalizar al menos la marihuana en el país de manera conjunta con otros países de Centroamérica y de Sudamérica. Esos son los componentes esenciales del tema de seguridad y de reestablecimiento del Estado de Derecho.

DW: Usted ha hablado también sobre una reforma energética.

Es importante superar la problemática que plantean los monopolios en México, los monopolios estatales. Abrir el sector energético a la inversión privada, crear empresas competitivas, de clase mundial con gobernanza coorporativa, con transparencia, con eficiencia y abiertas a la inversión y a la competencia requiere de reformas estructurales profundas.

Aquí también es necesario revisar todo el esquema de subsidios a los combustibles y a la electricidad para liberar al Estado de esta enorme, injustificada y colosal carga fiscal para transferir esos recursos a la lucha contra la pobreza, a la educación, a la infraestructura y a la inversión en cuestiones realmente importantes para el país en vez de subsidiar el derroche energético.

DW: Usted ha planteado la necesidad de una profunda reforma educativa, una “revolución blanca”, ¿cómo la llevaría a cabo?

El sistema educativo en México ya es obsoleto, necesita ser cambiado de raíz, empezando por las propias escuelas normales donde se capacitan los profesores. Transformar sus contenidos, su dinámica, volverla una carrera magisterial. Se requieren sistemas de valuación autónomos, tanto del gobierno como de los sindicatos, se requiere rendición de cuentas, transparencia, competencia, se requieren nuevas tecnologías y sobre todo vincular a la escuela y a todo el sistema educativo al aparato productivo.

Es decir, una alianza con las empresas, pienso mucho en el sistema dual alemán, sobre todo en la educación media y superior para poder ensamblar a la educación como un motor de competitividad y de desarrollo.

DW: ¿Porqué los dos grandes partidos que han gobernado el país como son el PRI (Partido Revolucionario Institucional) y el PAN (Partido Acción Nacional) abandonaron de esa manera la educación pública?

Es un tema muy sensible. Hay un millón de maestros, millones de alumnos y el sistema educativo tiene una enorme diversidad política y social. A lo largo de la historia se han construido nichos políticos y sociales muy difíciles de remover asociados a intereses legítimos aunque no siempre. Esto representa un gran desafío político para cualquier gobierno. La educación pública por razones políticas se ha deteriorado en términos generales desde el movimiento del 68, cuando el gobierno reaccionó a las protestas estudiantiles abandonando la educación pública. En vez de renovarla y modernizarla y hacerla de mejor calidad, la abandonó pensando que era peligrosa porque era fuente de subversión y de movimientos contestatarios.

DW: ¿Cuáles son los obstáculos en la carrera hacia las elecciones que enfrenta un candidato presidencial como usted?

Hay muchos obstáculos, como una cultura política que no es muy receptiva a estas ideas. Que tiene una percepción de la realidad muy tradicional, muy sujeta todavía a dogmas emanados del siglo XX, de ese México post-revolucionario y nacionalista que tuvo muchas cosas valiosas porque permitió construir realmente el país pero que ahora en muchos sentidos es obsoleto. Sin embargo yo veo una gran oportunidad porque en México hay muchos ciudadanos libres y pensantes, que cada vez exigen más respuestas, cifras, datos, argumentos y exigen dejar atrás un lenguaje político vacío y demagógico que de nada sirve para enriquecer a la democracia.

Autora: Eva Usi

Editor: José Ospina-Valencia