Captura de hijo de Gadafi
19 de noviembre de 2011
"Saif al Islam, fue arrestado junto con dos colaboradores en la región de Al Obari, en el sur de Libia", explicó el comandante Bashir al Tuleib durante una rueda de prensa en Trípoli. En el momento de la detención, Saif al Islam intentaba escapar a Níger. Saif al Islam, de 39 años, se encontraba huyendo desde el pasado 20 de octubre, día en la que Gadafi fue capturado y abatido en Sirte por los opositores a su régimen. La Corte Penal Internacional había emitido una orden de captura acusándolo de crímenes contra la humanidad por la represión de las manifestaciones contra su padre.
La muerte violenta del exdictador libio Muamar al Gadafi puso fin a la misión de "liberación" por parte de la OTAN pero empezó la búsqueda de Saif el Islam, delfín del fallecido líder libio. Cables de que Saif al Islam estuviera “negociando su entrega” a la Corte Penal Internacional (CPI) nunca fueron confirmados. Es de anotar que Gadafi nunca reconoció su jurisdicción. En todo caso, La Haya había expresado que "le garantizaba, como a todos los sospechosos, un juicio justo".
La captura de Saif al Islam es un paso importante en la refundación de Libia, porque “quienes apuestan por organizar una transición pacífica en Libia, sin revanchismos ni enfrentamientos intestinos y mediante un proyecto civilizado de reconciliación nacional, podrían respirar con alivio si vieran llegar a Saif a La Haya”, dijeron expertos a dpa.
Orden de captura
El nombre Saif al Islam figura entre una de varias órdenes internacionales de detención emitidas contra el clan Gadafi a petición del fiscal jefe de la corte, el argentino Luis Moreno Ocampo. El fiscal considera a Saif, responsable directo de haber organizado ataques contra civiles, además de haber contratado a mercenarios para combatir a las fuerzas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) durante el operativo "Protector Unificado" y a los rebeldes del CNT.
Moreno Ocampo asegura contar con pruebas irrefutables de la resposabilidad penal de Saif al Islam. Bajo el comando de Saif al Islam fueron cometidas "centenares de violaciones de mujeres por exmiembros de las fuerzas leales a Gadafi durante los meses del alzamiento contra el régimen de Trípoli”, dijeron testigos a la CPI. La Haya temía empero, que mercenarios sudafricanos llevararan a Saif al Islam a un país que no reconiciera el Tratado de Roma que no se viera obligado a extraditarlo a Holanda, país sede de la CPI.
Vidas llenas de lujos y soberbia
Los ocho hijos de Muammar Gadafi, que ocupaban sus vidas en asuntos tan dispares como ser jefe de seguridad, embajadora de buena voluntad de la ONU o "playboy", ganaron una reputación por su comportamiento extravagante y extraño que casi igualaba al de su padre.
En el caos de la guerra, tres de ellos parecen haber muerto, al igual que el depuesto líder libio, cuatro están en el exilio y uno estaba fugitivo: Saif al Islam, capturado este 20 de noviembre de 2010. Sus vidas privilegiadas se han visto perturbadas o esfumadas por la caída del régimen de 42 años de Gadafi.
La envidia y la codicia habían envenenado las relaciones en el seno de la familia, pero cuando la rebelión estalló en febrero, los siete hijos y una hija de Gadafi cerraron filas en torno a su padre, dejando a un lado sus vidas, que en muchos casos desarrollaban en el extranjero. Siete funcionarios libios perdieron sus puestos al caer en desgracia con alguno de los miembros del clan.
Saif al Islam, el hijo más conocido a nivel internacional, fue el más esquivo. Saif al Islam estudió en la London School of Economics y era considerado un posible heredero del Gobierno libio.
Su retórica durante la rebelión obligó a los analistas a reconsiderar la teoría de que era un reformista. Después de que los manifestantes lograran el control del Este del país y hubiera disturbios en Trípoli, amenazó con consecuencias calamitosas, diciendo que si no paraban las protestas "en vez de llorar por 84 (muertos) lloraremos por cientos de miles". Saif al Islam mantuvo una estrecha amistad con el político austriaco de derecha Jörg Heider, (muerto en 2008) reconocido xenófobo.
Los demás vástagos de Gadafi
Tres de los hijos de Gadafi - Mo'tassim, Khamis y Saif al Arab - parecen haber fallecido al igual que su padre. Mo'tassim, que una vez fue asesor de seguridad nacional, murió cerca de Sirte, la población natal de su padre. Su cadáver, desnudo desde la cintura, fue exhibido en la ciudad de Misrata, que sufrió un prolongado bombardeo por parte de las fuerzas de Gaddafi que causó muchas víctimas mortales.
Khamis desempeñó también un papel destacado en los esfuerzos de Gadafi por aplastar la revuelta como comandante de la 32 brigada, una de las unidades mejor equipadas de Libia. Una cadena de televisión siria confirmó que falleció en el sureste de Trípoli el 29 de agosto.
Saif al Arab murió en un bombardeo de la OTAN en Trípoli. Hijo consentido de un padre indulgente, estudió en Alemania. Al Arab poseía una villa en un exclusivo barrio de la capital bávara. En esa ciudad se vio envuelto en una pelea en un club nocturno de Múnich con un guardia de seguridad que trató de expulsar a su compañera cuando ésta comenzó a desvestirse.
El resto de los hijos de Gadafi parece estar a salvo, por el momento, al menos en los países vecinos. Saadi huyó a Níger en septiembre. Tuvo una breve y desapercibida carrera en varios clubes del fútbol italiano y también fue capitán de la selección libia, cuyo entrenador fue destituido por no seleccionarlo.
Libertad para la familia de Gadafi en Europa, dictadura para libios
Los otros tres vástagos de Gadafi viven en Argelia. El gobierno argelino dijo haber dado refugio a la mujer de Gadafi en agosto, junto a su hija Aisha y sus hijos Hannibal y Mohammed.
Aisha, que estudió en Francia, cultivó una imagen glamorosa. Su puesto de embajadora de buena voluntad de Naciones Unidas no sobrevivió el levantamiento popular. La hija de Gadafi, abogada, formó parte del equipo que defendió a Saddam Hussein.
Mohammed, dirigía el Comité Olímpico libio y estaba a cargo de la red telefónica del país, que utilizaba para espiar a activistas contrarios al régimen y meterlos en la cárcel. Por último está Hanibal que se destacó por un altercado en un hotel de Ginebra que originó un incidente diplomático. En el 2008, la policía suiza detuvo al hijo del difunto mandatario libio y a su mujer acusados de maltratar a dos empleados del servicio doméstico.
Luego fueron puestos en libertad rápidamente y los cargos retirados. Aún así, como represalia, Libia retiró millones de dólares de cuentas de bancos suizos y detuvo sus exportaciones de petróleo a ese país alpino. A raíz del incidente, Gadafi solicitó a Naciones Unidas la “disolución de Suiza”.
El destierro, la muerte o la cárcel para los sucesores del poder del clan Gadafi pueden convertirse ahora en una oportunidad única para el pueblo libio que soportó 42 años de dictadura.
Autor: José Ospina-Valencia
Editor: Pablo Kummetz