Casi 1.000 millones de hambrientos
17 de octubre de 2008
Según un informe del Banco Mundial, los altos precios de la comida y los combustibles incrementarán el número de personas que sufren desnutrición en el mundo en 44 millones este año hasta alcanzar un total de 967 millones. Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) corrigió su cálculo de personas que sufren hambre en el mundo: no son 850 millones sino 923 millones los que viven en la miseria.
"Los medios han destacado la crisis financiera en detrimento de la crisis alimentaria", dijo Jacques Diouf, director de la FAO con sede en Roma. Incluso los ciudadanos de economías sólidas han sido afectados por los altos precios de los alimentos y la crisis financiera asevera Josette Sheeran del Programa Mundial de Alimentos reconociendo que “para aquellos que viven con menos de un dólar por día, es cuestión de vida o muerte".
Quizá debido precisamente a que la crisis ha golpeado fuerte, también entre la población del llamado primer mundo crece paulatinamente la conciencia de que la lucha contra el hambre es urgente. En Alemania, por ejemplo, una encuesta de opinión publicada con motivo de estas jornadas internacionales revela que el tema del desarrollo y la lucha por la erradicación del hambre y la pobreza gana importancia. Esto se traduce en que, según la encuesta, buena parte de la población joven daría su voto a un partido que luchara contra la pobreza. En cuanto a los Objetivos del Milenio –“reducir a la mitad la pobreza del mundo hasta el año 2015”, el más ambicioso- el 50 por ciento declara haber escuchado al respecto, pero sólo un 10 por ciento sabe de qué se trata.
Gravísima situación en África
Según la ONU, la situación sigue siendo especialmente dramática en África, sobre todo en los países al sur del Sahara, que son los que más sufren las consecuencias del cambio climático. El drástico aumento de la población en muchos países en desarrollo –los 80 millones de habitantes de Etiopía podrían llegar a ser 180 en 2050- hace la situación aún más dramática.En Somalia, los precios del trigo subieron en un 300 por ciento hasta abril de este año; los precios del maíz en incrementaron entre un 40 y 65 por ciento.
Críticas multilaterales
Quienes demandan medidas más urgentes cuestionaron por qué los países más ricos del mundo no muestran la misma urgencia para salvar a las personas de la hambruna que para rescatar a los bancos de la crisis. "Mi posición es que la crisis financiera es muy seria y merece una atención urgente, pero también lo es el problema del hambre y millones probablemente van a morir. ¿Es eso menos urgente?", plantea el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan.
¿Si son capaces de levantar fondos para el sistema bancario, por qué no se encuentra la manera de reducir la pobreza en el mundo?, se preguntan muchos. "Es impresionante que la comunidad internacional haya fallado a la hora de organizarse para responder de forma adecuada" a la crisis alimentaria y de la energía”, expresó Bárbara Stocking, directiva de Oxfam. Según el Papa Benedicto XVI la responsabilidad del hambre recae en la especulación ilimitada en los mercados, parcialmente culpada por los altos precios de los alimentos y los combustibles. "Pero se debe también al egoísmo de los más ricos del mundo y la mala distribución de los recursos", puntualizó.
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Exigir cumplimiento de acuerdos
Kofi Annan, ex secretario general de la ONU, equipara la gravedad de la crisis de los alimentos a la crisis financiera; por ello, en su opinión, debería combatirse con la misma urgencia. "Es importante que recordemos a los políticos que la crisis de los alimentos y la crisis del hambre son reales y debemos tratarlas con la misma urgencia e interés con que nos enfrentamos a la crisis financiera", asevera Annan.
Para enfrentarla, los gobiernos de los países donantes no deben bajo ningún concepto reducir la ayuda al desarrollo como reacción a la crisis financiera ni introducir medidas comerciales proteccionistas, opina Diouf. A principios de año, al comienzo de la crisis alimentaria, los países donantes prometieron 22.000 millones de dólares para garantizar los alimentos en el mundo; esa promesa sólo se ha materializado en un 10 por ciento. Para erradicar el hambre se necesitan "voluntad política y cumplimiento de los compromisos financieros", insiste Diouf.
En ese tono también se pronunció la primera dama de Egipto, Suzanne Mubarak: "Hemos sido testigos de cómo se han puesto a disposición 700.000 millones de dólares en un tiempo récord para salvar los mercados financieros. Creo que la magnitud de la crisis alimentaria mundial requiere la misma respuesta y medidas decisivas para frenar su letal expansión".