“Catástrofe moral”
13 de mayo de 2004El diario español El Periódico, de Barcelona, opina: “La espantosa decapitación del rehén norteamericano Nick Berg, exhibida en internet por los asesinos de Al Qaeda, supone bajar un peldaño más en el descenso al infierno de la barbarie en que se ha convertido el conflicto de Irak. Este crimen no es menos detestable por el hecho de que se proclame como una venganza por los abusos cometidos contra los prisioneros iraquíes en la cárcel de Abú Graib. Aunque no deja de ser una consecuencia previsible de una invasión ilegal que se ha transformado en guerra sucia, con un no menos horrendo despliegue de imágenes de torturas y vejaciones. [...]Es difícil creer que esa política de maltratos [ en la prisión de Abú Graib] era un fenómeno espontáneo y minoritario. Lo que sí resulta evidente es que sólo genera más horror.”
Globalización del crimen
El rotativo francés La Croix escribe: “Obviamente no existe ningún argumento geopolítico que pueda justificar tales actos. Ni siquiera existe una explicación para la mecánica entre causa y efecto. En los seres humanos hay una terrible capacidad de pasar del miedo al odio, y del odio a la bestialidad. [...] Actos de barbarie siempre los hubo en la historia de la humanidad, y precisamente Europa fue muy inventora en ese campo. Lo nuevo es la inmediata globalización del crimen. [...] Y la globalización de la condena.”
Profunda estupidez
El diario austriaco Die Presse escribe: “En la región geográfica entre Afganistán y el Mar Mediterráneo, los procesos históricos parecen repetirse, los estereotipos arcaicos de violencia inextirpables. En Arabia Saudita, la decapitación sigue siendo un método normal de ejecución. [..] Con la publicación del video, los extremistas de Al Qaeda quisieron demostrar su capacidad de superar fácilmente la brutalidad de los guardias estadounidenses de la prisión de Abú Graib. Pero la decapitación ante la cámara no sólo muestra su inmenso desprecio de todo lo humano sino también su profunda estupidez: las dudas sobre la aventura iraquí que habían empezado a surgir entre los ciudadanos estadounidenses por las imágenes de Abú Graib se desvanecieron con el abominable acto de Al Qaeda.”
Catástrofe moral
El diario alemán Berliner Zeitung anota: “La catástrofe moral que sufre el gobierno estadounidense en estas semanas tiene muchas caras. Una de ellas pertenece a uno de los portavoces de la Casa Blanca que comentó el asesinato de Nick Berg con las palabras: ‘Esa gente no respeta la vida de hombres inocentes, mujeres y niños’. La catástrofe está en que todos los ciudadanos iraquíes confirmarían ese juicio. Sólo que ellos no pensarían tanto en los terroristas sino en los soldados del ejercito estadounidense y británico.”