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¡Che Alemania, coopera!

27 de noviembre de 2002

Desde hace meses impera el rumor de que Europa, especialmente Alemania, bloquea las negociaciones entre Argentina y el FMI. En opinión de los argentinos hace tiempo que cumplieron con el grueso de las demandas impuestas.

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Argentina, de pie y en paz, reza este cartel.Imagen: AP

Cada vez que Argentina informa haber cumplido con los requisitos y se alegra de un pronto cierre de las negociaciones, el Fondo Monetario Internacional, FMI, presenta nuevas demandas. Ahora pide que Argentina programe un superávit comercial del 3,5%. El Ministro de Finanzas argentino, Roberto Lavagna, ha indicado que esta demanda es incumplible. Aún en los años de bonanza a principios de los 90, el superávit de Argentina jamás alcanzó estos niveles.

La caída del poder de adquisición y la desaparición de miles de plazas de trabajo, no permite introducir más recortes sociales. El ministro de economía argentino, Lavagna, indica que a diferencia de los anteriores gobiernos de su país, que firmaban las demandas impuestas por el FMI sin ni siquiera pensar sobre su viabilidad, el nuevo gobierno se ha propuesto firmar sólo aquellas demandas que crean poder cumplir. La meta de este esfuerzo es recuperar la confianza del extranjero.

Alemania, un hueso difícil de roer

Forma parte de este esfuerzo la gira por toda Europa de Roberto Lavagna. Francia, España e Italia se han mostrado especialmente cooperativos, pero por lo visto el análisis de la situación argentina es mucho más pesimista en Alemania. Y esto a pesar de que durante su visita a Argentina en el mes de febrero pasado, el canciller alemán, Gerhard Schröder, asegurara que Alemania apoyaría a Argentina frente al Fondo Monetario Internacional.

Por otra parte no hay que olvidar que durante la visita del canciller se habló también y mucho, sobre las demandas de indemnización por parte de Siemens. Argentina canceló un encargo millonario hecho a la empresa germana y hasta hoy en día impera en círculos económicos y del gobierno argentino, el rumor de que Berlín no apoya por eso a Argentina frente al FMI. A las tensas relaciones germano argentinas tampoco les ha beneficiado el que se haya citado al expresidente del Banco Central alemán, Hans Tietmeyer, diciendo que Argentina es un país insignificante, una declaración que fue desmentida posteriormente.

Piden sólo un poco de tiempo

En Europa se alaba la apertura de las cuentas corrientes y de ahorro. Argentina las había congelado hace un año por temor a una fuga masiva de capitales. También se alaba la propuesta de incrementar los precios de electricidad, gas y agua. Las empresas privatizadas que suministran estos servicios están en manos de empresarios franceses, españoles e italianos. Con estas medidas Buenos Aires cumple algunas de las demandas impuestas por el FMI.

Y aún cuando Argentina no pudo pagar un crédito pendiente al Banco Mundial, se espera que se llegue pronto a un compromiso con el FMI. El Ministro de Finanzas, Lavagna, no se cansa de repetir que su país no quiere dinero fresco. Todo lo que pide es una prorroga para el pago de la deuda. Argentina pide un año de respiro, después de todo no hay que olvidar que en lo que va de este año el país sudamericano ha pagado deudas por 4.000 millones de dólares.