Cine radical: Jean-Luc Godard cumple 80 años
2 de diciembre de 2010
Las películas de Godard no son fáciles de entender. Sólo se ven en algunos nichos de vanguardia, algo que no molesta para nada al cineasta. Jean-Luc Godard siempre nadó contra corriente: Como fundador de la "Nouvelle Vague", un movimiento que surgió a finales de los años 50, se opuso al cine comercial y rompió radicalmente con sus convenciones visuales y narrativas.
Godard revolucionó el cine con cintas como "À bout de souffle" ("Al final de la escapada"/"Sin aliento") "Pierrot le fou" ("Pierrot, el loco") o "Le petit soldat" ("El soldadito"). El cine actual no existiría sin el cineasta que este viernes cumple 80 años.
Godard es uno de los realizadores más productivos e innovadores de su tiempo. En 45 años ha filmado más de 60 películas, entre ellas "À bout de souffle" (1959), con Jean-Paul Belmondo, su película más conocida y accesible. Pero aunque Godard es uno de los cineastas más importantes y conocidos, hoy sus cintan sólo se exhiben en cines especializados y festivales.
La dura prueba del espectador
Se ha distanciado demasiado del público? Las películas del artista, nacido en París en el seno de una familia franco-suiza de la alta burguesía, someten al espectador a una dura prueba, ya que son manifiestos de un cine intelectual que no sólo explora la vida, sino también el propio cine. ¿Y así el director exigió ya desde 1957 que el cine "sea simultáneamente arte y teoría del arte, belleza y el secreto de la belleza, cine y la explicación del cine".
Este manifiesto, que rige sus filmes hasta hoy, significa romper la realidad cinematográfica mediante aspectos documentales y sorprendentes incorporaciones musicales y escritas, actores que dialogan ignorándose entre sí, miran al suelo o realizan acciones que no tienen significación alguna para la continuación de la historia.
En "Pierrot, el loco" interrumpe el relato cinematográfico con trozos musicales, en "Masculin, féminin: 15 faits précis" ("Masculino, femenino") sorprende con abruptos tiroteos sin mayor explicación.
Godard mezcla sus películas con la historia del siglo XX. En su última obra, "Film Socialisme", el espectador se ve asaltado por una oleada de imágenes y asociaciones sin relación: un barco en el Mediterráneo, criminales de guerra, el conflicto de Cercano Oriente.
"No importa si uno no entiende”
"No importa si uno no entiende lo que quiere decir el maestro: cada cual toma lo que ve o siente, Jean-Luc Godard simplemente pone a disposición el material", escribió el crítico cinematográfico Andreas Borcholte.
Este intelectual parisino, que actualmente vive en Suiza, pide al espectador que piense, se concentre y no busque referencias lógicas ni temporales. "No hay una cosa tras otra, sino una cosa más otra", señala Godard sobre su concepto cinematográfico. Mientras sus cintas no han pedido nada de su innovadora complejidad, parece que el público dispuesto a lidiar con ellas es cada vez menor.
Este cineasta radical influye hasta hoy en el lenguaje cinematográfico con su inusual dirección de cámara y su montaje sin igual. "Star Wars" y "Matrix" siguen siendo para él películas "tontas y horribles". Por eso a nadie le extrañó que no fuera a la entrega del Oscar honorífico el pasado 13 de noviembre. Godard nunca tuvo nada en común con Hollywood.
Dpa
Editor: Pablo Kummetz