Colombia: salvar los tiburones de los pescadores ilegales

Un catamarán solitario llamado Silky patrulla las aguas que rodean la remota isla de Malpelo, un refugio protegido pero muy peligroso para especies marinas en peligro de extinción en el Pacífico colombiano. Los ecologistas del barco patrullan estas aguas para ahuyentar a los grandes pesqueros que cazan varios tiburones.

El Santuario de Fauna y Flora de Malpelo está formado por la isla de Malpelo y la zona marina circundante. La pesca está prohibida en los alrededores de la isla. La reserva es un hábitat importante para muchas especies marinas amenazadas. En 2006, la zona fue declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Desarmados y sin refuerzos, los activistas ahuyentan a los barcos intrusos y amenazan con denunciarlos a las autoridades. A veces, incluso se sumergen en el agua para liberar a los tiburones enredados en redes o sedales. Los ambientalistas afirman que el gobierno colombiano no protege adecuadamente los tiburones, razón por la que están actuando.

"Intentamos en la medida de lo posible retirar los materiales (de pesca) y liberar la vida marina que está atrapada. Esa es la misión principal", dice Darío Ortiz, pescador de 53 años que se convirtió en activista medioambiental gracias al proyecto. "Este barco tiene que estar de guardia las 24 horas del día, los 365 días del año, para contener esta amenaza. Es un trabajo a tiempo completo".

"El hecho de que los pescadores ilegales no vuelvan demuestra que el proyecto funciona", afirma la submarinista colombiana Erika López, fundadora de la Fundación Biodiversidad Conservación Colombia, junto con un filántropo australiano. En tierra, muestra los anzuelos confiscados que los pescadores ilegales usan para capturar la vida marina en peligro.

Colombia posee una de las faunas marinas más ricas del mundo. Este año, la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad se celebrará en Cali del 21 de octubre al 1 de noviembre. No lejos de allí, se encuentra la extensa costa pacífica del país. Es una importante ruta migratoria para tiburones martillo, tiburones ballena y otras especies amenazadas.

En alta mar, lejos de la isla de Malpelo, un buque de guerra de la marina colombiana también patrulla una zona repleta de tiburones martillo, peces aguja y otras especies marinas en peligro de extinción. Las aguas de la zona protegida atraen a pescadores ilegales de todas partes. Muchos proceden de Ecuador, otros de Panamá, Costa Rica e incluso China, donde las aletas de tiburón son un manjar.

Recientemente, tres pescadores ecuatorianos fueron detenidos por transportar un valioso botín de tiburones sedosos, tiburones martillo, tiburones punta negra, peces vela y peces aguja azules vivos. "Con nuestros barcos, al menos podemos realizar controles para evitar la explotación ilegal", declaró un almirante de la marina.

Entre 2012 y 2022, las autoridades confiscaron más de 334 toneladas de pescado capturado ilegalmente, según el Ministerio de Medio Ambiente. En 2020, el entonces presidente Iván Duque prohibió la pesca de tiburones para proteger las poblaciones. El actual mandatario Gustavo Petro levantó parcialmente la prohibición en enero, lo que provocó la indignación de los conservacionistas.