Con los ojos puestos en Afganistán
29 de julio de 2007La muerte de más de 20 soldados alemanes en Afganistán desde el 2001, unida a los recientes secuestros de ingenieros alemanes en la región han vuelto más impopular dentro de Alemania la intervención del Ejército alemán en Afganistán.
Pero aún cuando una mayoría de alemanes quiere que las tropas regresen al país lo antes posible, según lo demuestran diversas encuestas, la canciller alemana Angela Merkel está decidida a prolongar y reforzar la misión militar de su país en Afganistán.
Las más recientes declaraciones del Partido Social Demócrata Alemán en el sentido de que está abierto a enviar más militares a Afganistán para ayudar a estabilizar el país en su batalla contra un resurgente movimiento talibán, según palabras del socialdemócrata Kurt Beck, son un respaldo a las intensiones de Merkel.
El Parlamento votará en otoño sobre el mandato en Afganistán. Entonces se sabrá si se apoya la misión que busca ayudar a estabilizar a la sociedad civil afgana, al Gobierno y las fuerzas de seguridad para que puedan crear una base que les permita asumir las funciones de seguridad por sí mismos en el futuro.
Crece la tensión en Kabul
Mientras en Kabul crece la tensión en torno a la suerte de diversos secuestrados. Los talibanes retienen en este momento a 22 surcoreanos, un alemán y a cuatro afganos.
El secuestro de los coreanos es la mayor captura de un grupo de extranjeros por parte de los talibanes desde que las fuerzas lideradas por Estados Unidos derrocaron al Gobierno radical islámico en el 2001.
Los líderes talibanes establecieron un nuevo plazo para el lunes 30 de julio a las 07:30 GMT, luego de lo cual amenazan con matar a los rehenes surcoreanos si el gobierno afgano no cumple sus demandas y empieza a liberar a prisioneros talibanes, según citan las agencias de noticias a Qari Mohammad Yousuf, portavoz de los talibanes.
Los rebeldes talibanes descartaron el domingo que vayan a sostener más negociaciones con el Gobierno e insistieron en que la liberación de prisioneros insurgentes es la única forma de solucionar la crisis.
Qari Mohammad Yousuf advirtió que el uso de la fuerza por parte del gobierno afgano sólo pondrá en peligro las vidas de los rehenes. Los secuestradores mataron el miércoles pasado al líder del grupo coreano. Entre los 22 cautivos que permanece con vida hay 18 mujeres. Algunos rehenes están enfermos, según el portavoz talibán.
Por su parte Hamid Karzai, el presidente afgano, descartó cualquier acuerdo con los talibanes después de que fuera duramente criticado por liberar a cinco prisioneros insurgentes a cambio de un rehén italiano en marzo pasado.
Novedades en caso alemán
En lo que respecta a los dos secuestrados alemanes, de los cuales uno fue asesinado y cuyo cuerpo fue trasladado a Alemania la semana pasada, el periódico sensacionalista “Bild Am Sonntag” informa que la primera autopsia demuestra que se le disparó en ambas rodillas y en la espalda. Esta información no ha sido confirmada por otros medios. La Secretaria de Relaciones Exteriores germana no quiso hacer comentarios al respecto y recalcó que los resultados oficiales de la autopsia serán dados a conocer hacia finales de la semana entrante.
Hace unos días la Secretaria de Relaciones Exteriores confirmó que el cuerpo de Rüdiger D., el rehén asesinado, mostraba impactos de bala. Indicó asimismo que se debe aclarar si los disparos fueron hechos antes o después de morir.
A pesar de la incertidumbre que rodea al caso se sabe que Rüdiger D., ingeniero de 43 años, fue sometido a una intensa caminata por zonas montañosas conjuntamente con el segundo secuestrado Rudolf B., de 62 años. El más joven de los ingenieros no soportó el esfuerzo físico bajo el intenso sol y se derrumbó exhausto, luego de lo cual los secuestradores le dispararon.
Según se cita a los especialistas de la Secretaria de Relaciones Exteriores alemana en el diario online Der Spiegel, no se sabe por qué se disparó contra Rüdiger D. Se habla de dos posibles escenarios: o fue un “tiro de gracia” puesto que los secuestradores no estaban dispuestos a trasladar al hombre exhausto por los montañas, o querían estar seguros de que estaba muerto y que no se recuperaría de un ataque de debilidad pasajero.
Mientras tanto Secretaria de Relaciones Exteriores ha concentrado sus esfuerzos en la liberación del segundo secuestrado. Líderes tribales afganos de la región de Ghazni negocian con los secuestradores, pero las negociaciones avanzan lentamente y son sumamente confusas. Aún así el Gobierno alemán muestra optimismo especialmente por el hecho de que los secuestradores no pertenecen al brazo político de los talibanes.
Se sabe que el estado físico de Rudolf B. es estable. Sin embargo nadie sabe cuándo acabará este drama y nadie quiere hacer un pronóstico.