Condena Alemania los atentados contra templos católicos en Nigeria
25 de diciembre de 2011Este domingo (25.12.2011), el ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, condenó severamente los ataques perpetrados contra iglesias católicas en Nigeria. “Está visto que ni siquiera en Navidad está el mundo a salvo del horror que traen consigo los actos cobardes de los terroristas”, dijo el político liberal desde Berlín.
Westerwelle instó a la comunidad internacional a asumir una posición clara y combativa de cara a “la maldad encarnada por el terrorismo, la violencia y la opresión”, tanto en Nigeria como en Afganistán, Siria, Bielorrusia y otros países en donde la fuerza es usada con frecuencia para someter a buena parte de la población.
Medios nigerianos informaron que el grupo islamista Boko Haram había asumido la responsabilidad por los atentados terroristas consumados en las cercanías de varias iglesias católicas mientras se celebraban las misas de Navidad. Los ataques dejaron al menos 27 muertos y un número aún no especificado de heridos.
Explosiones en Navidad
La primera detonación tuvo lugar durante la Misa de Gallo en el templo de Santa Teresa en Madalla, cerca de la capital de Nigeria, Abuya. La segunda explosión ocurrió algunas horas después en una iglesia de Jos, ubicada en el centro del país. Y un tercer ataque se produjo en la ciudad nororiental de Gadaka.
En Abuja, muchos católicos se abstuvieron de participar en las ceremonias religiosas por temor a que sus iglesias se convirtieran en blanco de ataques explosivos. Al grupo Boko Haram, creado en 2002 con el fin de imponer la ley islámica en el norte de Nigeria, se le atribuyen numerosos atentados en los últimos años.
Aunque no se ha comprobado su responsabilidad en todos los casos, se sospecha que sus miembros han causado la muerte de alrededor de 500 personas en el último año. Boko Haram reivindicó el ataque suicida del 26 de agosto contra la sede de la ONU en Abuja, que le quitó la vida a más de veinte personas.
Violencia islamista
Con ese atentado, el grupo islamista buscaba presionar al Gobierno para que liberara a algunos de sus acólitos. El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, un cristiano proveniente del sur del país, ha usado los recursos a su alcance para poner coto al terrorismo de Boko Haram, pero hasta ahora no ha podido desmantelarlo.
Las actividades de Boko Haram se concentran en los estados de Bauchi, Borno, Kaduna, Kano y Yobe, en el norte de Nigeria, cuyos habitantes son predominantemente musulmanes. Pero su aspiración es imponer la sharia -ley islámica- en todo el país, a pesar de que la mayoría de los pobladores del sur son cristianos.
El año pasado, al menos ochenta personas perdieron la vida como producto de los ataques orquestados durante las festividades navideñas. Está por verse si Nigeria, el país más poblado de África y uno de los más prometedores en términos de crecimiento económico, consigue poner fin a la violencia islamista en su territorio.
Autor: Evan Romero-Castillo
Editor: Enrique López