CSM 2024: no hay seguridad internacional sin el Sur Global
18 de febrero de 2024Nuevas visiones e ideas para un orden mundial global: este es uno de los lemas de la 60 Conferencia de Seguridad de Múnich (CSM). Se trata de que no debería haber ganadores ni perdedores entre los países del mundo. En su lugar, cada Estado debería poder beneficiarse de la cooperación internacional.
Por esto la conferencia invitó a representantes de países del llamado Sur Global, es decir, de aquellos del hemisferio sur que no son naciones industrializadas occidentales. Ya sea de Asia, África o América, en casi todos los paneles hay invitados que expresan sus puntos de vista. ¿Podría ser este un primer paso hacia un mundo más justo?
Para la exministra paquistaní de Asuntos Exteriores, Hina Rabbani Khar, una mayor participación también significa más oportunidades. "Antes solían ser hombres blancos de entre 60 y 80 años los que hablaban de seguridad extrema. Todavía hablamos de esto, pero lo hacemos de una manera ligeramente más diversa", afirma. La perspectiva de otra región es crucial cuando se trata de formular estrategias alternativas, sostiene.
Así lo ve también la exministra de Asuntos Exteriores de Kenia, Raychelle Omamo. "Creo que cuantas más voces haya en todo el mundo, más apasionantes serán los debates y más ricas serán las soluciones", afirma a DW. Omamo también es miembro del Consejo Asesor de la Conferencia de Seguridad, lo que significa que ayuda a determinar su dirección. "Me gusta el hecho de escuchar perspectivas de un lado del mundo al otro", agrega.
Seguridad también significa clima y agua
La conferencia se centra en los conflictos actuales en Medio Oriente y Ucrania, pero también analiza cuántos países del Sur Global se han alejado de Occidente. El cambio climático y la migración como resultado de la destrucción ambiental también son una amenaza global y se encuentran entre los problemas más apremiantes que enfrentan los pueblos del mundo. De hecho, están afectando con más fuerza a los países del Sur Global.
La seguridad ya no significa lo mismo que antes, dice Ambika Vishwanath, cofundadora y presidenta de la Iniciativa Kubernein, una firma de consultoría geopolítica con sede en Mumbai, India. "Ya no se trata sólo de defensa y ejército. También de agua, alimentos, salud humana y todo eso está interconectado", explica a DW.
Pero no basta con que más personas del Sur Global estén representadas en conferencias internacionales como la Conferencia de Seguridad de Múnich. Según ella, también es necesario discutir otros temas más cercanos a la vida cotidiana de la gente corriente. Eso incluye cosas como el cambio climático y los recursos hídricos.
Por eso, Vishwanath también rechaza el término "Sur Global", porque sugiere que estos problemas no afectan a todos. "Si simplemente dices que estoy teniendo el mismo tipo de discusión pero (solo) traes a más personas, no vas a tener un cambio a largo plazo, porque lo que estás hablando en realidad no ha cambiado", argumenta.
Derechos humanos versus política de seguridad
Para acelerar el cambio cultural, uno mismo debe crear el espacio para ello, sostiene Düzen Tekkal, periodista y presidenta de la organización de derechos humanos Hawar.help, que entre otras cosas dirige proyectos en Irak y Afganistán. Ella está moderando un panel sobre la violencia sexual como arma de guerra, un tema que ha recibido poca atención en la conferencia en el pasado. "No hay nada negativo en ver los intereses del Sur Global representados por el propio Sur Global", señala Tekkal a DW. "Nosotros, en el Occidente liberal, nos beneficiamos de estas experiencias".
Pero no todos son bienvenidos. Como una cuestión de principio, los organizadores de la conferencia no invitan a representantes de regímenes represivos. Pero esto no significa que todos quedan fuera. Además de miembros de los gobiernos indio y chino, también asistirá la controversial primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, acusada de violaciones a los derechos humanos.
Esto molesta a Saskia Bruysten, quien fundó Yunus Social Business en Bangladesh junto con el ex Premio Nobel de la Paz, Muhammad Yunus, quien fue sentenciado recientemente a prisión en Bangladesh en lo que fue un caso con motivaciones políticas, según activistas de derechos humanos.
"Creo que es importante que aquí estén representantes del Sur Global, pero también es impactante que alguien como Sheikh Hasina esté en el escenario siendo aplaudida mientras encarcela a su único ganador del Premio Nobel de la Paz. El diálogo es importante aquí in situ, pero también tenemos que abordar las cuestiones de derechos humanos y discutirlas públicamente y no sólo aplaudir", afirma Bruysten.
Sin embargo, Tekkal sostiene que no debería tratarse sólo de representación. Las cuestiones de derechos humanos no están suficientemente integradas en los debates reales y la conferencia sigue dominada por el complejo militar-industrial.
Aquí es donde deberíamos empezar, dice. "La experiencia ha demostrado que quienes suministran las armas provienen del Norte Global, pero que aquellos a quienes atacan son del Sur Global. Y luego siempre surge la pregunta: ¿quién es responsable de los muertos? Los que disparan o los que entregan (las armas)?"
(rr/dzc)