Conservadores se radicalizan en Europa del Este
19 de noviembre de 2015La tensa situación de la seguridad tras los atentados del 13 de noviembre en París ha provocado fuertes reacciones en contra de la política de refugiados de la Unión Europea en los países del centro y este de Europa.
En Polonia, el nuevo Gobierno conservador deja claro que tras los ataques de París ya no es posible mantener el compromiso de acoger a refugiados. Varsovia no tiene “la posibilidad política” de implementar el plan de la UE, argumentó el ministro para Asuntos Europeos Konrad Szymanski. El nuevo ministro de Relaciones Exteriores polaco, Witold Waszczykowski, exigió de los refugiados sirios que regresen a su país a luchar. En la televisión polaca señaló que no era posible que “mientras enviamos a nuestros soldados a combatir a Siria, cientos de miles de sirios se tomen su café en los bulevares de Berlín”.
Arremeten contra refugiados
También el primer ministro socialdemócrata de Eslovaquia, Robert Fico, ha causado polémica con sus declaraciones tras los atentados de París. En una entrevista televisiva anunció que de ahora en adelante vigilará a todos los musulmanes en el país. Círculos de extrema derecha de Bratislava incluso responsabilizan la política de asilo de la canciller alemana, Angela Merkel, de la tragedia en la capital gala.
En Hungría, el presidente del partido de extrema derecha Jobbik, Gábor Vona, afirmó que el peligro del terrorismo en Europa ha aumentado a causa de la afluencia de refugiados, por lo que su país no aceptará una cuota de migrantes. Esta semana, el Parlamento húngaro aprobó una ley que concede al Gobierno el derecho a recurrir el sistema de cuota de refugiados de la UE ante el Tribunal de Justicia Europeo.
Frenar la “invasión musulmana”
El expresidente rumano Traian Basescu “instó” a su país a no aceptar cuotas para refugiados "islamistas", sin importar qué tan fuerte sea la presión “de la demagógica policía política europea”. Por su parte, el presidente liberal de Rumania, Klaus Iohannis, pidió diferenciar claramente entre el tema de los refugiados y el peligro del terrorismo. La xenofobia y el ultranacionalismo no deben envenenar nuestra sociedad, dijo.
El Gobierno búlgaro reaccionó a los atentados con controles más severos en la frontera búlgaro-turca. El primer ministro del país, Boiko Borissov, comparó los ataques de París con el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York y señaló que Europa debe revisar su política de “integración de grupos de riesgo”. La mayoría de los búlgaros rechaza a los refugiados, y la Iglesia ortodoxa búlgara exigió al Gobierno frenar “la invasión musulmana”.
Los países del centro y del este de Europa probablemente siguieron con atención la conversación que Angela Merkel y el jefe de Gobierno austriaco, Walter Faymann, sostuvieron hoy en Berlín. Ambos políticos subrayaron que no se debe mezclar el terrorismo con la crisis de refugiados. Asimismo, hicieron un llamado a la comunidad internacional a permanecer unida en la lucha contra el terrorismo. Un mensaje inequívoco que, sin embargo, no todos los socios de la UE habrán comprendido.