“Corea del Norte no se dejará disuadir“
2 de abril de 2013Sr. Polenz, usted ha estado en Corea y conoce la situación política imperante allí. ¿Existe ahora el peligro de una guerra?
“Cuando uno viaja en Corea del Sur a la línea de demarcación, la tensión es palpable. Hace ya un par de años que estuve allí, pero lo que ahora escuchamos naturalmente causa preocupación. Tenemos que recordar siempre que Corea del Norte es la cuarta mayor potencia militar del mundo y, en ese contexto, semejantes amenazas deben tomarse en serio.
¿Se puede pensar que Corea del Norte ya es, desde hace tiempo, una potencia atómica?
Vimos el ensayo nuclear que condujo luego a las sanciones en el Consejo de Seguridad. Lo que no se sabe es si Corea del Norte ha logrado entretanto fabricar un explosivo nuclear tan pequeño como para que pueda ser montado en los misiles que el país posee. Corea del Norte dispone de cohetes de mediano y largo alcance. Eso es sabido, de manera que de todos modos está en vías de convertirse en una potencia atómica.
El dictador norcoreano ha amenazado con atacar a Estados Unidos, que es nuestro principal aliado. ¿En qué posición se encontraría Alemania en caso de un ataque?
Si Estados Unidos fuera realmente atacado, sería una fuerte escalada. Habría una guerra en la península coreana, con alcances impredecibles. No queremos imaginarlo siquiera. Tampoco creo que exista ese peligro. Los estadounidenses está observando con mucha atención lo que ocurre Y no ha habido ninguna movilización. Lo que hay por el momento es sobre todo retórica y también debemos tomar en cuenta otras señales, como el nombramiento del nuevo primer ministro, que es considerado un experto en el área económica. En Corea del Norte ha imperado hasta ahora la doctrina de “primero los militares“. Pero el nuevo gobernante da importancia al poderío nuclear y a la economía simultáneamente. Es posible que eso sea incluso indicio de un cambio de rumbo.
Alemania es uno de los pocos países que todavía tienen una embajada en Corea del Norte. ¿Cómo se podría lograr aún, a través de algún tipo de negociaciones, que Kim Yong-Un desistiera de su empeño de contar una bomba atómica?
Soy escéptico en cuanto a que se pueda detener a Corea del Norte en su camino a convertirse en potencia atómica, porque las capacidades económicas del país ya no alcanzan para mantener un amplio poderío militar convencional como hasta ahora. Hay un millón de hombres en armas, lo que resulta naturalmente muy caro. Por eso se da más importancia a la componente nuclear, con la intención de ganar prestigio en el exterior y estabilidad a nivel interno. Me temo que difícilmente Corea del Norte se deje disuadir del empeño de ser potencia nuclear. La pregunta es si Corea del Norte puede ser mantenida en jaque mediante una política de disuasión y contención; y, sobre todo, si los aliados de Estados Unidos, como Japón y Corea del Sur, pueden seguir fiándose de la protección estadounidense, o deciden que tienen que convertirse también en potencias nucleares. Eso sería malo.”