COVID-19: "Es posible que no se necesite vacuna de refuerzo"
14 de septiembre de 2021DW: Dr. Drexler, Moderna ha anunciado que está desarrollando una sola vacuna que proteja contra el SARS-CoV-2 y la gripe. ¿Qué tan beneficioso sería contar con una sola vacuna para distintas enfermedades respiratorias?
Felix Drexler: esa es una de las perspectivas que tenemos en la infectología, y no solo con la vacuna de Moderna. Sería muy útil para minimizar el número de vacunas que uno se tiene que poner, ya que en los últimos 18 meses no hubo una ola de gripe. Medidas como el confinamiento causaron una baja incidencia de todos los virus respiratorios a nivel global. Ahora existe el temor de que en el próximo invierno en Europa haya brotes de gripe y de otras infecciones respiratorias. Pero que se haya anunciado no quiere decir que estará lista pronto. No sabemos si llegará más rápido que la vacuna contra el SARS-CoV-2.
¿Sería una vacuna anual como se hace contra la gripe?
Creo que todavía nos faltan datos sobre la necesidad de una vacuna de refuerzo regular contra el coronavirus. Contra la influenza no hay dudas. Antes de recomendar una tercera o cuarta dosis contra el COVID-19 para todos, como siempre he dicho, el número de vacunados globalmente debería aumentar. Con excepción de los grupos de riesgo, es probable que no sea una regla para todos aplicarse una dosis de refuerzo, porque las respuestas inmunes son buenas en la gran mayoría de las personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado que la vacunación del 70% de la población mundial no frenará la pandemia debido a lo contagiosas que son las variantes del coronavirus. ¿Con qué porcentaje de la población inmunizada se calcula ahora que llegaremos a la inmunidad de rebaño?
Para que la carga en nuestros sistemas de salud termine, probablemente tendríamos que vacunar a alrededor del 85% de la población mundial. En el caso del sarampión es del 95% porque es mucho más contagioso aún. Una regla general es: mientras más contagioso es un patógeno, más cobertura de vacunación es necesaria.
¿Y es realista llegar a esa cifra para controlar la pandemia?
Yo creo que sí, porque ahora también tenemos la recomendación de vacunación para los niños y adolescentes. Poco a poco llegaremos. Desgraciadamente un poco tarde en muchos países. Alemania también está muy retrasada en la vacunación de menores.
BioNTech planea lanzar una vacuna anticovid para niños de 5 a 11 años en octubre. ¿Qué diferencias hay con la vacuna para adultos y qué efectos secundarios se han detectado?
Básicamente, las farmacéuticas están intentando encontrar esquemas de vacunas para niños que sean monogénicas, pero al mismo tiempo con pocos efectos secundarios. Por ejemplo, BioNTech está haciendo estudios combinados y parece que pronto se usará una dosis muy reducida en comparación con la vacuna para adultos. Todavía no se han publicado todos los datos, pero parece que será una décima parte de la vacuna que ya existe. Los efectos secundarios que podrían presentarse en menores son fiebre y miocarditis (inflamación del músculo cardíaco), pero esta última es muy rara, y bajando la dosis, es más rara aún.
Chile y El Salvador empezarán a vacunar con la vacuna de Sinovac a ese grupo etario, Cuba ya vacuna a niños mayores de dos años con sus dosis de fabricación propia, Abdala y Soberana 02. Pero, ¿no sería mejor esperar más estudios o, quizá, a la nueva vacuna infantil de BioNTech?
El problema es que probablemente tienen dudas sobre cuándo van a tener acceso a esa vacuna infantil. Hay países que no quieren esperar y están aplicándolas lo antes posible. Pero, al mismo tiempo, a mí me parece que no hay mucha probabilidad de que exista mucho riesgo. Tal vez, por ejemplo, sería bueno saber qué cantidad de la dosis de las vacunas utilizarán. Hay muchas razones para vacunar, tanto por la salud individual del niño, como por la salud de la población en general. Si yo pudiese, vacunaría a mis hijos que tienen esa edad.
El Dr. Jan Felix Drexler, virólogo y profesor de la prestigiosa Clínica Universitaria Charité de Berlín, es consejero científico de la Corporación Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ) y dirige delegaciones que ayudan a los Gobiernos latinoamericanos en su lucha contra el nuevo coronavirus. Drexler tiene amplia experiencia profesional en América Latina, donde también llevó a cabo proyectos para combatir el zika. (rml)