COVID-19: por qué tiene sentido insistir en la vacunación
7 de diciembre de 2021Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), y el Instituto Robert Koch (RKI), entidad encargada del monitoreo de la pandemia en Alemania, la protección de las personas vacunadas contra el COVID-19 ha sido siempre de, al menos, un 80 por ciento en el caso de las vacunas de ARN mensajero. Sin embargo, con delta como variante dominante y que, además, es mucho más contagiosa, la eficacia estimada de la vacuna ha descendido y se sitúa en un 66 por ciento en las últimas cuatro semanas, afirmó el RKI. Esta precisión afecta a todos los grupos de edad a partir de los 18 años.
En el grupo etario de 12 a 17 años, la protección del inmunizante alcanza actualmente una media del 90 por ciento. Sin embargo, las cifras del RKI no dejan claro si los niños y adolescentes están acumulando una mayor protección vacunal o si las cifras de este grupo de edad son tan altas porque hace poco que se les permite vacunarse. En todo caso, las personas vacunadas siguen estando mejor protegidas contra la variante delta que las personas no vacunadas. Sobre la nueva cepa ómicron, todavía no hay datos.
Ahora, hay indicios de que los anticuerpos que se desarrollan con las vacunas disminuyen algo entre los seis y nueve meses tras completar el esquema de vacunación. Pero la inyección de refuerzo muestra efectos prometedores. Los estudios realizados en Israel, por ejemplo, demuestran que la tercera vacuna ayuda a contener la incidencia de infecciones. Allí, la incidencia había vuelto a aumentar en verano, a pesar de que la tasa de vacunación es alta. Israel comenzó a aplicar la vacuna de refuerzo y ahora la incidencia vuelve a estar por debajo de 40 nuevos casos diarios por cada 100.000 habitantes en siete días.
Protegen contra cursos graves, hospitalización y muerte
Incluso si la protección contra la infección sintomática disminuye con el tiempo, la protección contra el desarrollo de una enfermedad grave se mantiene. Una investigación de los CDC de Estados Unidos ha descubierto que el riesgo de infección es ocho veces menor para los vacunados que para los no vacunados. Y las personas vacunadas también tienen 25 veces menos probabilidades de ser hospitalizadas o de morir.
El RKI también ha llegado a conclusiones similares. Según el ente alemán, actualmente solo el 0,37 por ciento de los vacunados infectados en Alemania necesitan ser tratados en una unidad de cuidados intensivos. La protección contra el tratamiento en cuidados intensivos es de al menos el 92 por ciento.
Asimismo, la proporción de personas vacunadas internadas en los hospitales es menor que la cantidad de personas no vacunadas. Si la tasa de vacunación fuera menor, el sistema sanitario de Alemania ya hubiera colapsado.
El riesgo de contraer COVID-19 es más alto que el de las vacunas
El Instituto Paul Ehrlich de Alemania cifra en un 0,02 por ciento el riesgo de que se produzcan efectos secundarios graves tras la vacunación contra el SARS-CoV-2. En cambio, el riesgo de desarrollar síntomas graves de COVID-19 como persona no vacunada es mucho mayor: una de cada diez personas infectadas, sufre en promedio un curso grave de la enfermedad.
Además, las personas contagiadas corren el riesgo de sufrir "covid persistente" (long covid, en inglés), después de haber superado la infección. Según la Sociedad Alemana de Neumología y Medicina Respiratoria, el 15 por ciento de los infectados con COVID-19 desarrollan un "covid persistente". Y la vacuna anticovid también puede proteger contra esto.
Riesgo de sufrir "covid persistente" parece ser reducido
Teniendo en cuenta que la vacunación puede prevenir una infección por coronavirus, también ofrece protección contra el "covid persistente". Si una persona no se infecta, no puede desarrollar este síndrome. Los estudios iniciales también han investigado si el riesgo del "covid persistente" se reduce en personas vacunadas que se infectan. Sin embargo, los resultados de estos estudios no son del todo claros al respecto.
Una encuesta realizada con la ayuda de una aplicación en Gran Bretaña demostró que la prevalencia de "covid persistente" era casi un 50 por ciento menor entre los vacunados que entre los no vacunados. No obstante, un punto débil del estudio fue que los participantes introdujeron por sí mismos sus síntomas en la aplicación, sin examen médico. Además, los adultos mayores y los de bajos ingresos estaban subrepresentados.
Un segundo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, descubrió que el número de casos de "covid persistente" no se diferenciaba significativamente entre los vacunados y los no vacunados estudiados. Sin embargo, el estudio se basó en datos de salud documentados. Si las personas infectadas solo tenían síntomas leves y no acudían al médico, no se registraron en este estudio. Otro punto débil fue que los investigadores solo analizaron los datos del primer semestre de 2021.
La vacuna podría ayudar contra "covid persistente"
Los datos de la Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido, por otra parte, muestran que haber sido vacunadas con una primera dosis redujo los síntomas en un 13 por ciento en las personas analizadas que presentaron "covid persistente". Tras una segunda dosis, los síntomas descendían en otro 9 por ciento. Sin embargo, no está claro si estos efectos son permanentes y si el "covid persistente" pudo ser completamente superado, con el tiempo, por las personas vacunadas.
(ct/rml)