Crimen en la Rusia de Putin

El País, de Madrid: "La opinión pública de su país la había consagrado como la conciencia democrática del periodismo ruso; había recibido todos los premios posibles nacionales e internacionales, entre ellos, en España, el Vázquez Montalbán; sus libros eran traducidos a las grandes lenguas occidentales; las organizaciones de defensa de los derechos humanos, así como las de periodistas en el mundo entero, y hasta el Departamento de Estado norteamericano, se unieron ayer en la condena de lo que nadie duda es un crimen político. (...) En la Rusia de Putin, la crítica independiente se cobija sobre todo en la prensa de papel, y quien rechista sufre el hostigamiento de un Estado que ha descubierto cómo ganar elecciones y tolerar partidos sin que eso amenace su cuasi monopolio del poder; pero si el presidente ruso quiere convencer a Occidente de que la democracia aún es posible, sólo podrá lograrlo con una investigación ejemplar y el severo castigo de los culpables. Cualquier cosa menos que eso apuntaría a lo indecible: que esa muerte ha complacido al zar".

Afán de control

Süddeutsche Zeitung, de Múnich: "El presidente Vladimir Putin había llegado al poder con la consigna de fortalecer el estado ruso, derruido en tiempos de Boris Yeltzin, y de hacer cumplir las leyes. Sin duda las autoridades rusas se pondrán pues en acción para esclarecer el asesinato de Politkovskaya, porque también constituye un golpe contra la omnipotencia del estado. Sin embargo esto no basta, si ha de protegerse en el futuro a los periodistas incómodos de amenazas y violencia. El Estado y la sociedad deben crear un clima que respalde las denuncias y críticas contra las anomalías y atropellos. Pero eso resulta difícil en un país cuyos desconfiados dirigentes extienden el control a cada vez más áreas de la vida cotidiana".

Libertad de prensa

Westdeutsche Allgemeine Zeitung, de Essen: "Lo que está en juego es nada menos que la libertad de expresión. El acceso sin trabas a las informaciones y a su difusión es un pilar de la democracia. El asesinato de la valerosa Anna Politkovskaya debería dar pie a la canciller alemana, Angela Merkel, para demandar más libertad de prensa en el encuentro que sostendrá el martes con el presidente Putin".

Restauración autócrata

Liberation, de París: "En un ámbito periodístico acomodaticio, es decir, en un 99% tergiversado, ella no tenía mucho peso. Pero también eso era demasiado. (...) Porque el orden impuesto por Putin es estrictamente cumplido en Rusia, que se ha convertido en un estado policial omnipresente. (...) Putin avanza indiscutiblemente en la restauración de una autocracia rusa como la que existía en el pasado, que se comporta de manera agresiva con los vecinos y reprime a sus propios ciudadanos. Anna Politkovskaya era un mal ejemplo".