Crisis financiera, Alemania un día después
16 de septiembre de 2008El ministro de Finanzas, el socialdemócrata Peer Steinbrück, ha advertido de no dramatizar la situación en los mercados financieros. Aunque se trata de la mayor crisis de esta clase de los últimos decenios en Europa no va a haber un efecto dominó: no habrá masivo cierre de bancos aseguró el ministro.
En agosto del año pasado comenzó esta etapa crítica y quedaba claro que el asunto iba para largo y, es más, que iba a dejar profundas huellas en los Estados Unidos y en Europa también. “La causa ha de buscarse en Estados Unidos y lo que sucede allí es alarmante”, aseveró Steinbruck.
¿Alemania se verá afectada?
Rolf Peffekoven, director del Instituto para Ciencias Financieras en Maguncia predice: “Hay que contar con que en el curso de este año varios casos más saldrán a la luz… En caso de que llegásemos a una recesión tendríamos que contar también con que tendrá consecuencias globales y afectará a Alemania también”.
La crisis bancaria estadounidense tiene, sin duda, efecto en los institutos financieros alemanes. Las cifras lo demuestran: sobre todo el Industrie-Kreditbank en Dusseldorf y varios bancos regionales se han visto obligados a amortizar miles de millones de euros. El Deutsche Bank también ha salido con algunos rasguños. Justo en mayo, Josef Ackermann, gerente del poderoso instituto financiero alemán, se empeñaba en tranquilizar a los accionistas. “El ramo financiero se encuentra bajo presión”, dijo Ackermann en su momento, “y el Deutsche Bank no está exento de ella”. Sin embargo, en su opinión, la crisis le brinda la oportunidad de ganar fuerza.
El descontrol del crédito
Analistas y expertos del mundo de las finanzas cuentan con cambios en el ramo bancario. La quiebra de Lehman Brothers, el cuarto mayor banco de inversiones norteamericano, ha impactado nuevamente los mercados. El miedo a una recesión, no sólo en Estados Unidos, es enorme. El ramo inmobiliario estadounidense va en picada desde que se dio a conocer que los institutos de crédito para viviendas prestaban dinero sin control ninguno y que los intereses subieron de tal manera que los propietarios ya no podían ni pueden pagar sus créditos. Desde entonces, cada vez hay más complejos habitacionales vacíos, los precios andan por el subsuelo.
En Alemania, por el contrario, no habrá crisis bancaria. De ello está seguro Hans Werner Sinn, el presidente del Instituto para Información e Investigación financiera de Múnich. Los mayores bancos privados germanos no se involucraron demasiado con el mercado hipotecario estadounidense. No obstante, los bancos estatales alemanes que participaron a manos llenas en los negocios crediticios han entrado al remolino. Es tan innegable como el hecho de que las millonarias amortizaciones del Deutsche Industriebank (IKB) o el Landesbank de Sajonia se llevan a cabo sobre las espaldas de los contribuyentes.
Crisis financiera no económica
Sinn duda que la crisis financiera se traduzca en una crisis económica en Alemania, “por el momento estamos bastante protegidos. Si bien el fenómeno es real en los mercados financieros, a la economía real no ha llegado todavía. La diferencia hay que establecerla claramente”.
Institutos de ahorro, bancos de la vivienda y cajas de crédito dan mensajes tranquilizadores: las inversiones de sus clientes se encuentran aseguradas contra este tipo de pérdidas como la de Estados Unidos. Diversos analistas creen que las empresas sí tendrán que corregir hacia abajo sus pronósticos de ganancias. Y esto, a su vez, tendrá consecuencias en la coyuntura. Pues en estos tiempos turbulentos los consumidores se vuelven cautelosos al compra. Prefieren ahorrar, por lo menos mientras tengan confianza en los bancos locales…