Cuando las víctimas son también victimarios
29 de junio de 2006
El diario alemán Wiesbadener Kurier dice: "Aún seis años tras la casi reconciliación entre israelíes y palestinos en Camp David los contrincantes logran, una y otra vez, acrecentar su desastre. Los unos han vuelto a secuestrar mientras los otros han retomado su empresa invasora. Y todo esto a pesar de que dichas actividades siempre han llevado a una calle ciega".
Falta de voluntad de crear un Estado de Derecho
El periódico Handelsblatt de Düsseldorf precisa: "Después de que en el otoño pasado Israel se retirara de la Franja de Gaza, a los palestinos les faltó voluntad para levantar una estructura estatal. En los territorios palestinos nadie puede garantizar ni la seguridad ni el orden social. Por eso mismo es imposible parar los ataques con cohetes a Israel".
Todos se creen víctimas
El diario francés Libération acota: "Los israelíes creen que la acción militar 'Lluvia de verano' es legítima y se ven como víctimas. Los palestinos, por su parte, se ven como víctimas de una historia que les quitó sus tierras. A poco tiempo de haber salido, ya las fuerzas armadas israelíes regresan a Gaza como atraídas por un imán. Eso relativiza el significado del muro de concreto y las barreras electrónicas que no han hecho sino avivar los resentimientos. Al final de esta campaña militar todos se van a sentir un poco más 'víctima' y la paz será más difícil".
¿Qué justifica tal destrucción?
El País de España considera: "El Gobierno de Ehud Olmert tendrá serias dificultades para explicar a su ciudadanía, a los palestinos y al resto del mundo, cómo vincula lógicamente los esfuerzos por liberar a un soldado secuestrado y la destrucción de la principal central eléctrica de Gaza, llevada a cabo ayer.
Reocupar Gaza con unos miles de militares y cientos de tanques para buscar a cañonazos al soldado Gilad Shalit por los laberínticos campos de refugiados parece la peor elección posible. Que ayer Washington reaccionara con un llamamiento al Gobierno hebreo a 'hacer todo lo posible por evitar daños a inocentes y a las estructuras civiles y a la propiedad', revela que la Administración de Bush también está alarmada ante el ingente potencial de conflicto que se ha generado. El grupo islamista radical y terrorista, que ahora se ha convertido en el Gobierno de los territorios ocupados tras las elecciones de enero, había de llegar al punto en el que estallaran sus contradicciones internas, casi insalvables, entre la preocupación por los problemas de la población y su fanática guerra a muerte contra Israel. Su obcecación por no reconocer a Israel ha sido causa principal de sus problemas de liquidez, e indirectamente de su enfrentamiento con la OLP y el presidente de la Autoridad Nacional (ANP), Mahmud Abbas.
Ahora urge frenar la escalada, lo que pasa por un inmediato fin a la incursión israelí en Gaza y masivas presiones sobre Hamás y Siria para la liberación del soldado. La alternativa es un insoportable aumento del sufrimiento de la población palestina, con un reagrupamiento de la misma en torno al peor fanatismo, y la merma de seguridad para Israel y la región".