Europa quiere mayor independencia de EE. UU. y China
2 de octubre de 2020Los destinatarios de la política de sanciones que la UE decidió durante la pasada noche (2.10.2020), reaccionaron con enfado. El presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, dijo que iba a hacer entrar en vigor de inmediato contra sanciones. Tras un tira y afloja que duró semanas, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión acordaron imponer sanciones económicas y de veto a la movilidad a más de 40 ayudantes bielorrusos del polémico presidente. Es una manera de apoyar a la oposición para que se repitan las elecciones que se celebraron a principios de agosto y que, aparentemente, fueron fraudulentas. El Gobierno ruso, que respalda a Lukashenko, dijo que considera muy negativamente las sanciones. "Son más un signo de debilidad que de fuerza", dijo un portavoz del Krémlin.
Al mismo tiempo, la UE decidió amenazar a Turquía con imponerle sanciones si no cede en la pugna por los hidrocarburos en el Mediterráneo oriental. Chipre y Turquía, los países que reclaman los yacimientos de gas y acusan a Turquía de actuar de forma ilegal, han insistido en que las sanciones contra Bielorrusia podían imponerse, siempre y cuando fueran en el mismo paquete de amenazas de sanciones a Turquía. Como en estos casos es necesaria la unanimidad, Chipre, sobre todo, podría haber retrasado la decisión sobre Bielorrusia durante semanas.
"Agresivo comportamiento" de Turquía
Durante la próxima cumbre ordinaria de la UE, a mediados de diciembre, se verá si es realmente necesario imponer sanciones a Turquía. El Ministerio de Exteriores turco definió como "poco constructiva" y "alejada de la realidad"la decisión de Bruselas. "La UE debe comprender que, con estas amenazas, no llegará muy lejos", dijo el ministerio, aunque reconoció que el texto emitido desde Bruselas también tenía "elementos positivos".
El ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, dijo durante el segundo día de la cumbre en Bruselas, que ahora Turquía tendría claras las consecuencias de proseguir con su "agresivo comportamiento". "La UE ha enviado un mensaje claro de unidad, solidaridad y decisión", afirmó el político griego.
Mirada hacia China
La decisión de imponer sanciones supone solo una parte del debate sobre "independencia estratégica" que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE han mantenido durante esta cumbre extraordinaria. El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y el presidente francés, reclaman desde hace tiempo un "mayor papel de la UE en el escenario mundial", sobre todo porque el hasta ahora aliado trasatlántico, EE. UU., brilla cada vez más por su ausencia en los acuerdos internacionales.
En las conclusiones de esta cumbre no se menciona explícitamente a EE. UU., pero sí a China. Por una parte, la UE quiere trabajar más estrechamente con China para combatir crisis globales como la pandemia de coronavirus y el calentamiento global. Por otro lado, la UE quiere urgir al gigante asiático a que respete los derechos humanos en su propio país. La represión de las protestas en Hongkong preocupa a la UE. Además, la UE espera de China un acuerdo económico justo, en el que las empresas europeas tenga garantizado el mismo acceso al mercado chino del que gozan las empresas chinas en la UE. El 16 de noviembre se celebrará una cumbre extraordinaria de la UE en Berlín para tratar sobre el tema China.
Más independencia de China y EE. UU.
La UE quiere proteger la información de sus ciudadanos y, en el futuro, grabar y tratar datos en su propia nube europea, independiente de servidores chinos y estadounidenses. Tecnologías clave, como la red digital 5G, será progresivamente fabricada en países de la UE. "Queremos soberanía digital en la UE", dijo Angela Merkel al cierre de la cumbre. También las baterías para los autos eléctricos, que ahora proceden mayoritariamente de China y EE. UU., serán fabricadas en Europa, así como los productos necesarios para la producción de medicamentos.
Al mismo tiempo, se quiere reforzar el mercado interno europeo, que sufrió restricciones por el cierre de fronteras de algunos países, y poner distancia con el Reino Unido. Según el negociador jefe de la UE para el Brexit, Michel Barnier, los británicos están intentando socavar el mercado interno de la UE en las negociaciones post-Brexit. Por un lado quieren obtener ventajas, pero no aceptan las reglas. De momento, quedan de lado las negociaciones sobre un posible tratado comercial con los británicos. Los jefes de Estado y Gobierno de la UE quieren ocuparse en la próxima cumbre de la UE de las consecuencias del Brexit. "Deseamos un acuerdo con Reino Unido, pero no a cualquier precio", dijo Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
(ms/cp)