¿Cuán debilitado quedó Milei tras las recientes protestas?
25 de abril de 2024La motosierra es el símbolo de su política: el presidente argentino, Javier Milei, quiere reducir el Estado argentino y sus gastos al mínimo. Con este lema entró en la campaña electoral, así ganó las elecciones en noviembre de 2023 y así procede ahora.
Tras 15 años de déficit fiscal y tres quiebras estatales en 25 años, la mayoría del electorado argentino abrazó el programa que Milei había anunciado abiertamente. Pero ahora, el apoyo de la gente parece resquebrajarse. El martes (23.4.2024), cientos de miles de personas salieron a las calles de Argentina para protestar contra la radical política de austeridad.
Masivas manifestaciones
Según los informes policiales, solo en la capital argentina se congregaron unos 100.000 manifestantes, mientras que la Universidad de Buenos Aires habló de más de 500.000. Como suele suceder, es probable que el número real se sitúe en un punto medio entre ambas cifras.
También hubo manifestaciones en muchas otras ciudades universitarias del país, como Tucumán, Córdoba, Corrientes y Ushuaia. Al otro lado del Atlántico, hubo gente que se solidarizó con los manifestantes congregándose frente al consulado argentino en Barcelona (España). Varios medios de comunicación dijeron que las recientes protestas se encuentran entre las mayores de los últimos 20 años.
Disparo de advertencia para Milei
Las protestas contra el Gobierno de Javier Milei se suceden prácticamente desde el inicio de su mandato, que arrancó a principios de diciembre de 2023. Las movilizaciones que han tenido lugar hasta esta semana han sido "importantes, pero, de alguna manera, sectoriales, la convocatoria era de un sector político específico", dice a DW Facundo Cruz, politólogo de la Universidad de Buenos Aires.
En enero, por ejemplo, la CGT, el mayor sindicato del país, convocó una huelga general. La CGT está estrechamente vinculada con el bloque peronista "Unión por la Patria". El mayor partido de la oposición ha dominado la política argentina durante los últimos 20 años, con Cristina Fernández de Kirchner al frente, entre otros, pero esta semana, dice Cruz, fue diferente: "La marcha del martes marca una diferencia respecto de marchas anteriores por dos cuestiones: por la masividad y por la transversalidad. Fue una movilización transversal donde, sin dudas, hubo en distintos puntos del país votantes del Gobierno y ciudadanos y ciudadanas que, cuando son consultados, aprueban la gestión del Gobierno".
Disputa sobre la financiación universitaria
Según Cruz, la razón de que en la movilización participara todo el espectro político es que el Gobierno ha dejado el presupuesto para las universidades públicas al nivel del año anterior. Con una inflación del 280 por ciento en los últimos doce meses, esta medida supone un recorte real de alrededor del 65 por ciento.
"Para la sociedad argentina, Argentina siempre se diferenció del resto de América Latina porque la movilidad social estuvo asociada a la educación pública. Y eso era una garantía de movilidad social", explica a DW la politóloga argentina Mariana Llanos, del Instituto de Estudios Latinoamericanos GIGA, con sede en Hamburgo. "Los argentinos pueden asumir muchos recortes, pero la educación es un tema muy sensible". Para Llanos, Milei se ha metido un gol en propia portería llevando a cabo estos drásticos recortes.
¿Cuál es la popularidad de Milei tras cinco meses en el cargo?
El hecho de que muchos ciudadanos, como dice Llanos, estén dispuestos a hacer sacrificios para sanear el presupuesto nacional y la economía también se refleja en los índices de aprobación de Milei: incluso después de recortes masivos y una ola de despidos en el sector público, alrededor del 50 por ciento de los argentinos sigue estando a favor del rumbo reformista ultraliberal del Gobierno, aunque casi la mitad restante también expresa su desaprobación.
En los sondeos, más del cinco por ciento de los encuestados rara vez ha expresado una opinión indecisa sobre Milei. Según el politólogo Cruz, esta es una clara señal de la división de la sociedad argentina.
La posición de Milei en la legislatura es frágil: de los 329 escaños del Congreso argentino, el partido de Milei, "La Libertad Avanza", sólo tiene 45 (el 14 por ciento). "El Congreso está dividido entre una oposición más recalcitrante y una oposición con la que el presidente puede dialogar", dice la politóloga Mariana Llanos.
¿Podrá mantenerse en el cargo?
Esa es otra de las razones por las que los observadores llevan especulando, desde que asumió el cargo, sobre cuánto tiempo podrá permanecer en él este político poco convencional. Facundo Cruz no ve actualmente a nadie que esté dispuesto y en condiciones de asumir el difícil legado de Milei.
El actual presidente ha heredado de sus predecesores una inflación galopante y una elevada tasa de desempleo. Además, según Cruz, no hay consenso en la oposición para presentar una contrapropuesta política. Mientras el apoyo popular siga siendo tan alto como hasta ahora, el experto no cree que Milei pueda ser destituido en un futuro próximo.
Brian Winter, redactor jefe de la revista política estadounidense America's Quarterly, tiene una visión similar de la situación actual. Sin embargo, puntualiza: "Un presidente que no es peronista nunca puede estar seguro. Especialmente cuando recorta el presupuesto de esta manera". Para Winter, las protestas del 23 de abril no cuestionaron el rumbo de Milei, sino dónde debe aplicarse la motosierra. Y dónde no.
Para Mariana Llanos, los drásticos recortes en el sector educativo son un error político importante y, sobre todo, evitable, que podría marcar un punto de inflexión: "Milei es una persona inteligente. Quizás quiere corregir ese error de alguna manera".
(ms/ers)