Cómo afecta la guerra en Ucrania a las modelos webcam rusas
26 de octubre de 2023La industria de las webcams lleva años en auge en Rusia, a pesar de todos los intentos de las autoridades por combatir este "mercado gris" de servicios eróticos en línea.
Durante la pandemia del coronavirus, las webcams estuvieron especialmente solicitadas, pero desde la invasión de Ucrania, el negocio dejó de ser tan sencillo para las modelos rusas. DW habló con varias de ellas. Para proteger su anonimato, se han cambiado sus nombres.
Cibersexo tras la graduación
En diversas plataformas, las modelos ofrecen directos de contenido mayoritariamente erótico. Hay chats gratuitos entre dos o más personas. Los usuarios pueden pedir a las modelos que cumplan determinados deseos a cambio de una tarifa. También hay chats individuales que se facturan por minutos. Los deseos de los clientes van desde la conversación o el flirteo hasta el sexo virtual.
Unos ingresos estables y superiores a la media, dicen las modelos, son la principal razón de su trabajo con cámaras web.
"Aprendí una profesión razonable y tuve muchas buenas ofertas de trabajo después de licenciarme, pero el salario, sencillamente, no es comparable al del negocio de las webcams", subraya la modelo Angelina, en entrevista con DW.
Sin embargo, la competencia en el sector se ha intensificado desde el comienzo de la guerra rusa contra Ucrania. Por ejemplo, ha aumentado el número de mujeres rusas en las plataformas de webcam. Esto tiene que ver, en parte, con el hecho de que muchos ciudadanos rusos se han trasladado a países vecinos a causa de la guerra y no pueden encontrar trabajo a nivel local.
Odio en el chat contra camgirls rusas
Desde el comienzo de la guerra, hay muchos usuarios de los chats que sienten animadversión hacia Rusia. Reconocen a las modelos rusas por su acento y su aspecto. Para evitar las agresiones de los clientes, muchas modelos afirman que son de Ucrania o Bielorrusia. Algunas incluso fingieron ser ucranianas en los primeros meses de la guerra para ganar más dinero.
Ekaterina, que hace streaming en la plataforma LiveJasmin, también denuncia comentarios de odio. "No puedo dejar de bloquear a los usuarios que quieren molestarme y hacerme más daño solo porque soy rusa".
La única plataforma que dejó de colaborar con ciudadanos rusos fue OnlyFans, ya que era difícil transferir dinero a Rusia. El resto de las plataformas, que hasta ahora no han hecho comentarios a las preguntas de DW, siguen estando disponibles para los modelos de Rusa, pero tienen que utilizar servicios VPN para hacerlo.
Streams eróticos impunes, menos para personas queer
En la legislación rusa, el negocio de las webcams ni siquiera existe, por lo que no hay prohibición directa. Sin embargo, según el abogado ruso Andrei Popov, en Rusia se puede ser procesado en virtud del artículo 242 del Código Penal por mostrar y publicitar material pornográfico. Las penas de prisión van de dos a cinco años. Si varias personas se apalabran para cometer el delito, la pena aumenta a seis años.
Pero a las modelos se las deja básicamente tranquilas, dice Popov. Más a menudo, las autoridades procesan a administradores y operadores de estudios de webcam. Pero tampoco ellos suelen recibir penas severas. "Si una persona no tiene antecedentes penales y admite su culpabilidad, estos procesos terminan con una condena condicional".
Según Popov, las penas se ciernen especialmente sobre las parejas del mismo sexo. Estas entran dentro de la prohibición de "propaganda de relaciones sexuales no tradicionales" y se castigan con una multa de 100.000 a 200.000 rublos (el equivalente a entre 1.000 y 2.000 euros).
(gg/ms)