Cómo Alemania contribuye a la seguridad de Eslovaquia
22 de noviembre de 2022Es un día cualquiera de noviembre y un ave es lo único que se mueve en el cielo del aeródromo de Sliač.
No muy lejos, en un tranquilo valle a orillas del río Gran, en el centro de Eslovaquia, el Ejército alemán tiene tres camiones pesados que sostienen misiles antiaéreos, listos en cualquier momento, para derribar un objeto enemigo desde el cielo. Son los misiles Patriot que llegan a reforzar el flanco oriental de la OTAN.
Inicialmente, Alemania y los Países Bajos disponían de tres escuadrones Patriot, pero actualmente solo dos de ellos siguen en tierra, los alemanes. Los Países Bajos están hoy representados solo en la base aérea por unos pocos oficiales de las Fuerzas Armadas, aunque no se descarta que vuelvan a reforzar su personal a futuro.
"Cerebro, ojo y corazón del Patriot"
"Allí vemos el llamado triunvirato", dice el sargento mayor Patrick, señalando a los contenedores del tamaño de un camión, pintados de camuflaje. Se trata de la sala de control de incendios, de la potente unidad de radar y de la unidad generadora para el suministro de energía: "el cerebro, el ojo y el corazón del Patriot".
A cada costado del "cerebro" hay dos estaciones idénticas de trabajo con pantallas que muestran la imagen del radar y el estado de los lanzadores, a varios cientos de metros de distancia. "A la derecha se sienta el oficial y a la izquierda me siento yo como sargento de control de incendios", comenta Patrick.
En el día a día, los soldados están en constante intercambio con las autoridades superiores, como el centro de control aéreo eslovaco en la cercana ciudad de Zvolen. "La decisión del combate, en última instancia, no recae en nosotros, sino que viene de más arriba. Nosotros somos solo invitados en este país", explica el sargento mayor.
Desde el inicio de las operaciones, en abril de 2022, no se ha producido aún ningún incidente que hiciera necesaria una decisión de este tipo.
Tras el ataque con misiles en Polonia: Patriot en la mira
El impacto de un misil en Polonia demostró lo rápido que puede cambiar la situación. No muy lejos de la frontera con Ucrania, un proyectil cayó de improvisto y mató a dos civiles. El sargento mayor Patrick estaba de servicio en ese momento. "Este tipo de acontecimientos hacen que te des cuenta de lo cerca que está todo", asegura.
Por este motivo y ante la exigencia del gobierno de Bratislava a la OTAN de que aumente su protección del espacio aéreo eslovaco, el Ejército alemán ya se está preparando para permanecer al menos otro año más en Eslovaquia.
Recordando la protección de la República Federal en la Guerra Fría
El coronel Volker Pötzsch, jefe del contingente del Ejército alemán en Eslovaquia, explica a DW que los Patriots son una pequeña pieza del rompecabezas que representa la OTAN. "La OTAN es la que determina, en una visión de conjunto, cuál es la opción a seguir. Si se utilizan solo aviones, sistemas de misiles antiaéreos o cualquier otro mecanismo. La pregunta central es: ¿Qué fuerzas tenemos? ¿Qué hay disponible? ¿Y qué es lo que hay que proteger de forma aguda y de qué forma?", afirma.
Pötzsch señala, además, que la solidaridad alemana en la alianza de la OTAN es también una oportunidad para devolver la mano. "Es algo que conocemos muy bien por nuestra propia historia de la Guerra Fría. Fuerzas aliadas que han hecho básicamente lo mismo en nuestro país y que han venido a defendernos en una emergencia", explica.
También hay momentos de descanso, pese a los turnos de ocho a doce horas de los soldados del escuadrón Patriot. El sargento mayor Patrick muestra a DW la "zona chill-out", compuesto por sofás hechos con palets y colchonetas de algodón que se sitúan alrededor de un proyector.
Las paredes también están decoradas con banderas y un calendario de partidos de la Copa del Mundo. Algunos de los miembros de la tripulación están ansiosos por ver fútbol durante las próximas semanas en sus tiempos libres.
(ng/jov)