Cómo los inmigrantes sacan adelante la pesca en España
La pesca en España difícilmente podría mantenerse a flote sin la inmigración. Pero incluso aquellos que asumen el trabajo duro buscan alternativas, porque el futuro de la industria pesquera es incierto.
Recuerdo doloroso
La noticia de la llegada de inmigrantes senegaleses a las Islas Canarias le trae al pescador Babou Diouf recuerdos del peligroso viaje que realizó hace 17 años. En 2006, su arduo viaje lo llevó desde Senegal, a través del Mediterráneo, hasta su nuevo hogar, en Burela, en la costa norte de España.
Perspectiva incierta
Su experiencia en la pesca le aseguró a Diouf una nueva vida en España. Los españoles evitan cada vez más el trabajo extremadamente duro en la flota pesquera más grande de la Unión Europea, por lo que cada vez más inmigrantes están llenando ese vacío.
Diversidad a bordo
Aproximadamente siete de cada diez tripulantes de la flota de Burela, en la comunidad autónoma de Galicia, son inmigrantes, explica Juan Carlos Otero, de la asociación de armadores de Burela. El puerto pesquero de Burela cuenta con 44 nacionalidades entre sus 9.450 habitantes, incluidos 90 hombres de Senegal y 244 de Cabo Verde.
Trabajo duro
Pero incluso con trabajadores como Diouf, la industria pesquera española no podrá sobrevivir, advierten algunos expertos. En Burela, donde alrededor de la mitad de la flota pesca con palangre (un tipo de aparejo), el sector podría colapsar en tres años, luego de que la UE incluyera esta práctica en sus restricciones a la pesca de arrastre de fondo.
Vivir para trabajar
Diouf trabaja junto a indonesios, senegaleses y españoles en el "Sarridal". Recoge las redes y limpia y empaqueta la merluza en turnos de 14 horas. No le importa el cansancio y la falta de sueño. "Ha sido así toda mi vida", dice. "Duermo cuando puedo, no cuando quiero", agrega.
Condiciones de hacinamiento
Un vistazo al interior del estrecho camarote del pesquero "Sarridal". La inmigración es bien acogida por los lugareños. "Hay muy pocos jóvenes españoles, así que el futuro está en la formación de los inmigrantes", dice el capitán del "Sarridal", Francisco González García. La industria pesquera española no podría sobrevivir sin los inmigrantes, según él.
Un merecido descanso
Pescadores indonesios tomando café. Los indonesios son tan apreciados por su pesca con palangre que los armadores les pagan los vuelos a España. Otros, como los senegaleses, encuentran trabajo de boca en boca o presentándose en el muelle, donde, si tienen permiso de residencia, les ofrecen contratos.
Preparándose para el futuro
Aunque Diouf está satisfecho con sus ingresos, que le permiten pagar un piso, alimentar a su familia y enviar dinero a sus hijos en Senegal, se prepara para la época después de la pesca. Está practicando trabajar con motosierras, cortadoras de hierba y camiones. El año 2008 fue el peor de su vida, cuando sólo tuvo tres semanas de trabajo. Aquí, Diouf sostiene en brazos a su hija.