Ana Estrada padece de polimiositis, enfermedad con la que convive desde los 12 años. “Un intruso que se instaló sigilosamente en mi cuerpo,” dice y destaca el importante apoyo que le han brindado siempre su familia, sus amigas y compañeras. Declara amar la vida pero también luchar por los derechos humanos. Para ella, el derecho a decidir libremente despedirse de la vida, si el sufrimiento se torna insoportable, es un derecho fundamental.
Una vez se dé luz verde al protocolo médico y a los detalles concretos del procedimiento, Ana Estrada se podría convertir en la primera persona que ejerza su derecho a una muerte digna en Perú. Pero además ha logrado que en Perú se haya abierto el debate sobre la muerte asistida en general.
En Fuerza Latina, esta valiente activista nos relata el giro que dio su vida en 2015 tras ser internada en cuidados intensivos y cómo sobrelleva en el día a día la enfermedad que la obliga a estar postrada la mayor parte del día, sin movilidad ni autonomía.