De Andorra a Guadalupe
14 de abril de 2004En los departamentos franceses de ultramar Guayana Francesa, Guadalupe, Martinique y Reunión, el euro substituyó al franco. Y también circula en los enclaves españoles de Ceuta y Melilla, en África.
Más de cinco años después de su creación como moneda contable (el 1 de enero de 1999) y un año después de su puesta en circulación (el 1 de enero de 2002), el euro es mucho más que la moneda común de doce países de la Unión Monetaria Europea (UME), también llamada eurozona. Debe recordarse que si bien la Unión Europea tiene actualmente quince miembros, Dinamarca, Gran Bretaña y Suecia han decidido no adoptar por ahora la moneda común.
Medio mundo paga con el euro
El euro es medio de pago legal en 16 lugares del mundo fuera de la eurozona, entre países y regiones. En Kosovo y Montenegro, el euro fue introducido de inmediato, aún sin acuerdo oficial con la UE, como medio oficial de pago. En ambas regiones había dominado antes el marco alemán. Andorra optó también por el euro, como sucesor del franco y la pesetas, monedas con las que se podía pagar antes. En numerosos países de Europa Oriental, si bien el euro no es medio oficial de pago, igual circula, legalmente o a hurtadillas.
No existen estadísticas al respecto, por lo complicado de la materia, pero en círculos bancarios se estima que fuera de la eurozona circula aproximadamente de un 30 a un 40 por ciento de los billetes y monedas emitidos hasta ahora.
Libertas pasa al olvido
A diferencia de los países miembros de la UME, Montenegro, Kosovo y Andorra deben comprar sus existencias de euros con divisas, oro o bonos del tesoro en el mercado de capitales. Moneda oficial es el euro asimismo en San Marino, el Vaticano y Mónaco. Los tres introdujeron el euro a través de una asociación monetaria anterior existente con Italia y Francia.
En Mónaco, el franco era medio legal de pago desde 1925 y fue substituido por el euro. En el Vaticano se pagó en liras desde 1929, por lo que el cambio al euro no fue sino algo natural. En San Marino existía hasta hace poco una moneda propia, llamada libertas. Pero los 5.000 habitantes del pequeño Estado cobraron y pagaron en realidad siempre con liras. Por ello, con la introducción del euro se optó por olvidarse definitivamente de la moneda propia.
El privilegio de la acuñación propia
Pero que el euro circule, no significa que también se lo pueda emitir. Sólo tres Estado tienen el privilegio de emitir euros fuera de la UME, si bien sólo en forma de monedas y en cantidad restringida: el Vaticano, Mónaco y San Marino. Debido a lo reducido de las acuñaciones, el valor de colección de las monedas es a menudo mayor que su valor nominal. En Internet se ofrecen incluso euros acuñados en el Vaticano con la efigie del Papa en el reverso por un múltiplo de su valor nominal, sólo por su rareza.
Ahora, en el Banco Central Europeo (BCE) se prepara también a los diez bancos centrales de los nuevos miembros de la UE (a partir del 1 de mayo) para la introducción del euro. Sus presidentes pueden participar desde junio del año pasado en las sesiones del Consejo Ampliado del BCE. Los nuevos pueden enviar asimismo observadores a las 13 comisiones del BCE, que tratan temas desde el control bancario hasta la confección de estadísticas.
Dime como converges
Este otoño aparecerá el primer informe de convergencia de los diez nuevos miembros de la UE. De la rapidez con que sus economías converjan con las de los países ya hoy miembros de la UE y cumplan con los criterios de adhesión a la eurozona, podrán ir adoptando también paulatinamente la nueva moneda. Ese proceso llevará años, pero no será necesario esperar hasta entonces, en vista de la fortaleza y estabilidad que ha demostrado tener la euromoneda, para predecir que ésta será cada vez más un serio competidor del dólar como medio de pago de aceptación en todo el mundo.