De ejes y triángulos
12 de febrero de 2004Visto desde Washington, uno podría tener la impresión que el estrecho aliado, el primer ministro británico Tony Blair, anda haciendo cosas raras últimamente. Celebra una “reunión histórica” con el titular de exteriores de Libia en Londres – la primera en más de veinte años, declara que no excluye una entrevista con el líder libio, Muamar el Gadafi, para luego marcharse a Berlín para preparar una cumbre ‘magna’ con los enemigos de la guerra contra Irak, el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el primer ministro francés, Jacques Chirac.
Hubo tiempos en los que Blair y Schröder se entendieron como viejos amigos. Las relaciones germano-británicas fueron fabulosas mientras Schröder y el presidente francés, Jacques Chirac, tardaron un tiempo hasta que encontraron un vocabulario común. La brecha definitiva entre Londres y Berlín se abrió con el conflicto sobre la cuestión iraquí.
¿Punto y aparte?
Ahora, Blair y el gobierno británico parecen estar dispuestos a superar las disonancias causadas por la guerra contra Irak y acercarse de nuevo a Berlín y París. Este pequeño ajuste en el rumbo de la política del Reino Unido está marcado por la necesidad y el famoso pragmatismo ingles. La guerra contra Irak casi le costo al primer ministro su puesto. Y la situación sigue siendo peligrosa para Blair.
Según un reciente sondeo, un 51% de los británicos prefiere la dimisión de Tony Blair por su postura acerca de las supuestas armas de destrucción masiva de Irak. Desde Washington, Blair ya no puede esperar mucho apoyo ya que en EEU empieza ahora la campaña electoral para las elecciones el 2 de noviembre. El campo europeo ofrece actualmente muchas más posibilidades a Blair para distraer la atención del asunto iraquí.
Recientemente, el Reino Unido, Francia y Alemania anunciaron dar pasos hacia una mayor cooperación en defensa. Schröder, Chirac y el primer ministro británico, Tony Blair, se reunirán en Berlín el próximo día 18. Según del semanario ‘Der Spiegel', los tres mandatarios quieren afinar las posiciones a defender en la cumbre de marzo y profundizar en el llamado proceso de Lisboa, que persigue convertir a la UE en el espacio económico más competitivo del mundo.
¿Un nuevo directorio europeo?
En Italia y España ya se teme lo peor. Los ministros de Exteriores de ambos países, Ana Palacio y Franco Frattini, ya expresaron su rechazo a la formación de un “directorio europeo” formado por Alemania, Francia y el Reino Unido. "Europa debe ser polifónica" dijo Palacio durante el reciente foro hispano-italiano celebrado en Milán. Berlín nunca se expresó contra una Europa polifónica, pero el canto de un coro con 27 solistas suena mejor si todos cantan la misma canción y no cada uno otra.