Democracia en peligro: ¿qué tienen en común Castillo y AMLO?
13 de diciembre de 2022En el mundo existe una crisis de gobiernos neopopulistas y antidemocráticos, tanto de derecha, centro e izquierda, que ponen en riesgo las libertades y la democracia, y buscan extinguir la libertad de prensa y el derecho de los ciudadanos a tener acceso a información veraz. Esa crisis en América Latina es particularmente grave y obliga hacer una profunda reflexión en la recta final de este 2022 para entender mejor lo que nos depara en la región para el 2023.
En esto coincidieron prestigiados periodistas: Carlos Dada, director de El Faro, el multipremiado medio de comunicación de El Salvador; José Luis Oyanedel Vicepresidente de la Asociación Nacional de la Prensa y director del diario La Tercera, en Chile; y el peruano Augusto Álvarez Rodrich, autor de la conocida columna Claro y Directo en el periódico La República, y Presidente del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) que desde hace lustros promueven en Latinoamérica el periodismo de investigación y la defensa del derecho a la información.
Mis colegas hicieron una serie de planteamientos alarmantes durante la cátedra "La verdad bajo amenaza. Nuevos Populismos y Prensa en América Latina”, llevada a cabo el 3 de diciembre pasado en I Bienal de Periodismo Cátedra Vargas Llosa durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la más importante del mundo de la lengua hispana, que desde hace 35 años organiza la Universidad de Guadalajara (UDG).
Asistí como ponente en la conferencia "Ciudadanos bajo fuego: el asalto a la libertad de expresión”. Los testimonios e información de mis compañeros me hicieron pensar que desde que nació esta columna en 2019 en diversas colaboraciones con la DW me he dedicado a diseccionar y explicar los graves retrocesos democráticos que ocurren en México bajo el gobierno del actual Presidente Andrés Manuel López Obrador quien aunque se dice de izquierda en realidad es un autócrata que ejerce un presidencialismo involutivo. Por mis opiniones, información y análisis su administración, voceros- pagados o voluntarios- me han atacado duramente en una operación de desinformación y tergiversación que por desgracia aplican otros gobiernos de natura similar en el continente.
No es un consuelo, pero lo que explicaron los colegas es que el fenómeno AMLO se ha ido extendiendo en toda América Latina, del mismo modo que los defectos del mal gobierno de Nayib Bukele, Presidente de El Salvador, de Daniel Ortega en Nicaragua, del recién llegado Gabriel Boric en Chile, de Nicolás Maduro de Venezuela y del Presidente de Perú Pedro Castillo destituido y encarcelado el 7 de diciembre, apenas cuatro días después de que Álvarez Rodrich detallara las peligrosas similitudes y cuasi complicidad entre López Obrador y Castillo, el amigo en desgracia al que AMLO intentó salvar de la cárcel dándole asilo en la embajada de México en Perú.
He señalado que es preocupante que AMLO sienta más empatía con los narcos que con las víctimas de estos y con los ciudadanos independientes que lo cuestiona. A esta preocupación hay que añadir que es alarmante que López Obrador sienta tanta amistad y solidaridad por gobernantes antidemócratas.
¿Qué tienen en común Pedro Castillo y el Presidente de México? ¿Qué tienen en común AMLO con los otros atidemócratas de América Latina? Varias cosas que deben encender la alerta de la sociedad mexicana para aprender de las experiencias de los retrocesos en otros países y parar el copy &paste que ya inició en México.
Crisis similares en la región
"Lo que está pasando en el mundo es un declive de la democracia y por tanto lo que se observa es un declive de la libertad de expresión que es un fundamento de la democracia”, afirmó categórico Álvarez Rodrich. "Hay cada vez más limitaciones a la libertad de expresión y viene de gobiernos neopopulistas que abundan en muchas partes, se manifiestan de distintas formas y en distintos grados y el gran problema es que se comienzan a normalizar estas anormalidades que ocurren.
"Nos acostumbramos a que en Cuba no hay libertad de expresión y se piensa que es normal que sea así y entonces hay que callarnos. Ocurre que en Nicaragua pasa lo mismo, en Venezuela pasa lo mismo, y uno ve las experiencias de El Salvador, Guatemala, lo que pasa en México es pavoroso…”. Sobre el caso específico de Perú consideró que tiene la sospecha que hay un "contubernio entre gobiernos de la región para establecer la idea de que la libertad de expresión debe ser limitada”.
Dan escalofríos las similitudes entre acciones y dichos de Pedro Castillo en Perú antes de querer dar un autogolpe de Estado, con las que está tomando AMLO.
El presidente del IPYS explicó que al poco tiempo de que entró al poder Castillo solicitó la intervención de la OEA para que aplicara "la Carta Democrática” porque se quejó de que en Perú se estaba orquestando un golpe de Estado y que ese golpe estaba estructurado por el Congreso, la Fiscalía y los medios de comunicación.
AMLO y sus huestes tienen control total de la mayoría del Congreso y de la Fiscalía- que se supone debería ser autónoma- pero constantemente mencionan que el gobierno está bajo el acecho del "golpe blando”, refiriéndose a un pseudo golpe de Estado que supuestamente estaría orquestado por la "derecha” con la complicidad de medios de comunicación. Una esquizofrenia que usan como pretexto para atacar a los medios de comunicación y periodistas independientes a quienes acusan de golpistas.
"Existe una campaña…es una especie de golpismo, ya no es el golpe de Estado tradicional, militar; es un golpe blando con el poder de los medios, que por lo general tienen el control de la opinión pública", chilló AMLO en mayo de este año invocando a un fantasma que no existe para justificar su autoritarismo.
Sobre el caso de Perú y la destitución de Pedro Castillo el Presidente de México apenas dijo: "es importante recoger la lección porque esto se está aplicando en distintas partes, son golpes blandos, ya no es la intervención militar, ya es ir con el control de los medios de información”.
Álvarez Rodrich explicó que desde el inicio del gobierno de Pedro Castillo los medios de comunicación a través de investigaciones periodísticas comenzaron a revelar casos de corrupción del nuevo gobierno. "Corrupción pura y dura”, que fueron utilizadas por la Fiscalía de la Nación para abrir expedientes sobra funcionarios del gobierno de Castillo. En respuesta "El presidente de la República ha hostilizado al periodismo de diversas maneras…ataques en público a la prensa, como contaban ocurre en México, donde el Presidente (Castillo) está en una ceremonia y comienza a acusar a los periodistas, atacarlos para que el público que está presente pueda proceder a algún tipo de agresiones….”, explicó.
La misma táctica hace AMLO y esto ha provocado ataques físicos, verbales o virtuales contra periodistas, comunicadores, especialistas y organizaciones no gubernamentales que cuestionan al gobierno de López Obrador como ha ocurrido con Carmen Aristegui, la politóloga Denise Dresser y la organización internacional defensora de la libertad de prensa Artículo 19 con sede en Paris cuyos miembros en México, tras los ataques de AMLO, han sufrido toda clase de amenazas e incluso el intento de quemar el auto de uno de sus miembros; acciones ocurridas tras los constantes ataques infundados y coléricos del presidente contra dicha organización a la que acusa de injerencista solo por defender los derechos de los periodistas y denunciar la infame masacre de éstos.
Después, explicó Álvarez Rodrich, Pedro Castillo comenzó a emitir leyes que tenían el propósito de criminalizar las investigaciones periodísticas sobre la corrupción, y comenzó la proliferación de bots en redes sociales que atacan a periodistas independientes en Perú. Igual que sucede en México.
Respecto a la persecución contra los periodistas independientes por parte de los gobiernos amigos de AMLO, Carlos Dada recordó la dramática situación en El Salvador donde Bukele ha hecho denuncias criminales contra los miembros de El Faro en represalia por sus investigaciones periodísticas y los ha obligado a salir del país.
Mientras, en Nicaragua bajo el actual régimen del presidente Ortega- a quien AMLO defiende como amigo- no queda ni un periódico impreso. El último diario existente, La Prensa, cerró su última edición impresa hace dos meses. Dada denunció que más de 250 periodistas de Centroamérica han tenido que salir al exilio.
AMLO protege y cuida a Pedro Castillo
La delegación de la OEA acudió a Perú a petición del presidente Castillo. El IPYS, medios de comunicación y diversos actores sociales entregaron pruebas que contradecían las acusaciones del mandatario, pero de manera alarmante en su informe la OEA concluyó que en Perú "hay un exceso de libertad de expresión”.
"Cuando veo lo que pasa en Centroamérica, lo que pasa en México es que tengo la sospecha de que hay un acuerdo implícito para limitar la libertad de expresión avalada por varios gobiernos”, dijo Álvarez Rodrich. "Esto ocurre en un contexto en el cual (los gobiernos de la región) se apapachan, se ayudan, y alguien que es fundamental en eso es el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador que tiene al presidente Castillo como alguien a quien protege, a quien cuida, y que con frecuencia ejerce una especie de protectorado en el Perú…”.
Lo que denunció el comunicador se confirmó días después. Porque luego de que Castillo quiso dar un autogolpe de Estado y disolver al Congreso, fue destituido y huyó hacia la Embajada de México en Perú donde el gobierno de AMLO iba a darle refugio. Al final fue arrestado antes de llegar a la sede diplomática y hoy existe un problema entre Perú y México acusando a AMLO de intervención en los asuntos internos de ese país.
A los ciudadanos ¿no les gusta la democracia?
¿Por qué a los ciudadanos no les gusta la democracia?, fue la pregunta incómoda que lanzó el periodista Carlos Dada en su intervención. Señaló que ciudadanos y periodistas en El Salvador pensaron que luego de la dictadura militar, la guerra civil y los acuerdos de paz firmados en 1992 la joven democracia sería duradera.
"Nosotros conocimos el periodismo en democracia. No tuvimos que hacer periodismo en la clandestinidad como lo hicieron valientes colegas ni transcribir los boletines que se dictaban de la casa presidencial…”, dijo Dada. "Pensamos que la democracia iba a durar por el resto de nuestras vidas y ahora mismo está siendo desmantelada en todo Centroamérica, no solo en El Salvador todo centroamericano está pasando por el desmantelamiento de nuestros débiles avances en términos democráticos”.
Dada recordó que Bukele tiene un ‘apoyo popular' del 84 por ciento en El Salvador. "Es el presidente mas popular de América Latina”, dijo. "Bukele controla la Fiscalia, la Policía, el ejército…. Ahora mismo mientras hablo hay 8.500 soldados y 1.500 policías que esta mañana rodearon la ciudad de Soyapango es parte de los municipios conturbados de San Salvador, la más poblada del país para ‘extraer criminales de uno en uno'… Quien decide quién es criminal o no, son los policías…” A diez meses de régimen de excepción, dijo Dada, basta que un policía te considere sospechoso de un crimen para que sin necesidad de una orden judicial termines preso.
"La pregunta de fondo es por qué, en un país como el que estoy describiendo Bukele tiene tanto apoyo popular? ¿Por qué un país donde la democracia ya no existe Bukele tiene tanto apoyo popular?, en otras palabras ¿Por qué los ciudadanos no quieren democracia en El Salvador?...”.
A esa pregunta pienso que aún no hay una clara respuesta para mí en el caso mexicano. Lo dicho por mis colegas debe ser una lección para México. En la región hay zonas en las que parece que revertir esos regímenes antidemocráticos será muy difícil. ¿México aún está a tiempo?