Denuncian detención de segundo obispo en Nicaragua
21 de diciembre de 2023El obispo nicaragüense Isidoro del Carmen Mora Ortega, de la Diócesis de Siuna, en el Caribe de Nicaragua, fue detenido el miércoles (20.12.2023) por la policía, un día después de invocar en una homilía al obispo Rolando Álvarez, condenado a más de 26 años de prisión por supuesta "traición a la patria".
"Denunciamos el secuestro de monseñor Isidoro Mora por parte del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, que sigue con su constante persecución contra la Iglesia católica de Nicaragua", dijo la comunidad Libertad Religiosa Nicaragua en sus redes sociales.
El obispo Mora "fue detenido por enviar mensajes y oraciones en favor del obispo del pueblo monseñor Rolando Álvarez, quien lleva más de 500 días de prisión en Nicaragua", escribió, por su lado, en su cuenta de la red social X (antes Twitter) el exembajador de Nicaragua ante la OEA Arturo McFields.
McFields, quien se rebeló contra el gobierno de Ortega al exigir la liberación de los presos políticos, dijo que la "dictadura de Nicaragua avanza en su jornada de ataques contra la Iglesia" católica, y que con Mora "ya serían dos obispos bajo cárcel por predicar el evangelio".
Policía guarda silencio
Monseñor Mora fue detenido un día después de presidir una misa en la Diócesis de Matagalpa (norte), que administraba el obispo Álvarez, en la que aseguró que la Conferencia Episcopal de Nicaragua permanece unida en oración, tanto por esa Diócesis como por el jerarca católico encarcelado.
"Estamos siempre unidos orando por esta amada Diócesis de Matagalpa, orando por monseñor Rolando, orando por el caminar de cada uno de ustedes”, dijo monseñor Mora al iniciar su homilía en la catedral San Pedro Apóstol. "Mis oraciones, cariño y amistad por ustedes y por monseñor Rolando”, agregó.
La Policía Nacional no ha confirmado ni negado la detención del obispo, mientras diferentes dirigentes opositores han demandado ya su liberación.
Segundo obispo arrestado
Mora se convierte en el segundo obispo detenido en Nicaragua. El primero fue Álvarez, quien el 10 de febrero pasado fue condenado a 26 años y 4 meses de prisión, despojado de su nacionalidad, y suspendidos sus derechos ciudadanos de por vida por delitos considerados traición a la patria.
Esa condena fue dictada un día después de que Álvarez rechazó subirse a un avión que deportaría a Estados Unidos, junto con 222 excarcelados políticos, lo que provocó la indignación del presidente Ortega, quien en cadena nacional lo calificó de "soberbio", "desquiciado" y "energúmeno".
Las relaciones del gobierno sandinista y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas. También han sido cerradas más de 250 asociaciones evangélicas.
gs (efe, reuters, Confidencial)