Draghi se perfila como futuro presidente del BCE
27 de abril de 2011La decisión oficial no se tomará hasta el próximo 24 de junio. Será en el marco de la cumbre de la Unión Europea (UE) en Bruselas cuando los líderes europeos den a conocer el nombre del sucesor de Jean-Claude Trichet al frente del Banco Central Europeo (BCE). A algo menos de dos meses de la cita, sin embargo, todo apunta a que el nuevo presidente de la entidad ya tiene nombre y apellidos: los del italiano Mario Draghi.
Si aún había dudas al respecto, muchas de ellas parecieron quedar despejadas tras las declaraciones del presidente francés, Nicolas Sarkozy. Desde Roma, donde se entrevistó esta semana con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, Sarkozy dijo apoyar la candidatura de Mario Draghi "no porque sea italiano, sino porque es un buen candidato".
Sorpresa en Berlín
Unas declaraciones, las de Sarkozy, que han sorprendido en Alemania. Entre otros motivos, porque hasta la fecha el mandatario galo se había mostrado más bien reservado respecto a una posible candidatura de Draghi. Se desconoce si Sarkozy avisó a Berlín antes de realizar dichas manifestaciones, un extremo que el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, no quiso ni confirmar ni desmentir. Seibert se limitó a asegurar que "sin el apoyo de Alemania, nadie será presidente del BCE".
La realidad, sin embargo, es que Alemania carece de candidato propio después de la renuncia de Axel Weber como presidente del Bundesbank (Banco Central Alemán). Y que parece cuestión de tiempo que la canciller, Angela Merkel, se pronuncie oficialmente a favor de Draghi. Eso sí, antes deberá elaborar una estrategia para defender ante la opinión pública alemana la conveniencia de nombrar al italiano como nuevo presidente del BCE.
A favor y en contra de Draghi
Si Draghi, de 63 años, obtiene el puesto, ello implicará que el presidente y el vicepresidente del BCE vendrán de países del sur europeo, después de que el portugués Vitor Constancio fuera nombrado en el segundo puesto el año pasado. Hasta hace poco, esto era considerado un obstáculo a la candidatura de Draghi, en momentos en que muchos ciudadanos del norte de Europa rechazan financiar los rescates de los países periféricos del sur. El pasado de Draghi en el banco de inversiones Goldman Sachs y el hecho de provenir de un país con una historia de alta inflación y pésima disciplina fiscal también podrían pesar en su contra.
Sin embargo, hay otros muchos factores que pesan a su favor. Por ejemplo, su experiencia, que abarca todos los ámbitos del sistema financiero: a nivel gubernamental, en órganos de supervisión financiera, en el Banco Mundial y también en el sector privado. Además, y pese a los prejuicios más o menos fundados, los analistas lo consideran uno de los miembros del BCE más difíciles de ser encasillados en términos tradicionales.
Pese a que acostumbra a evitar manifestarse de forma clara sobre política de tipos de interés en sus discursos y entrevistas, recientemente comenzó a hablar más sobre las presiones inflacionarias y advirtió sobre los riesgos de la política del BCE de comprar bonos de estados con problemas de deuda.
Autor: Emili Vinagre (Reuters/dpa)
Editora: Rosa Muñoz Lima