Derechos Humanos: materia pendiente en la ONU
7 de abril de 2005
Durante su discurso ante la Comisión de Derechos Humanos, Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), presentó un informe llamado "Un concepto más amplio de libertad", en el que aludía a la necesidad de cambios en la Comisión en aras a conseguir una mayor efectividad.
Mayor protección para los Derechos Humanos
Con estas reformas, el Secretario General de la ONU espera mejorar la imagen de la Comisión, tan denostada por algunos países. Según su opinión, "el fracaso de la protección de los derechos humanos en algunos casos como en Sudán muestra la necesidad de modificar los órganos de la ONU".
La Comisión recibe críticas de algunos países ya que sus resoluciones no reflejan las necesidades en materia de Derechos Humanos. El nuevo Consejo de Derechos Humanos, órgano más pequeño que sustituirá a la actual Comisión, intentará conseguir mayor efectividad y velar con mayor dureza por el cumplimiento de estos.
Además reiteró que esa falta de credibilidad de la Comisión ha ensombrecido la reputación de todo el sistema de Naciones Unidas. "El abismo que separa lo que prometemos y lo que en realidad ofrecemos se ha hecho más grande", declaró Annan en Ginebra aludiendo a la mala prensa de la Comisión. La propuesta prevé que el nuevo Consejo se convierta en un órgano permanente con funciones definidas para actuar como mecanismo de examen entre todos los países.
Más representativa y más democrática
Durante su discurso, Annan se refirió también a la reforma del Consejo de Seguridad con la prevista incorporación de nuevos miembros. La ONU persigue así el objetivo de convertir el Consejo de Seguridad en un órgano más representativo de la realidad internacional y más democrático, dándole más legitimidad de cara a los pueblos. Annan mostró además sus deseos de que los miembros lleguen a la Asamblea General de la ONU en septiembre con la materia preparada para progresar en las negociaciones.
En el plan de reformas de Annan se contemplan además medidas para la condonación de deudas, para un mercado global más abierto, así como una agenda para que los países desarrollados cumplan sus promesas en materia de ayuda, sanidad, educación e infraestructuras.
Sin embargo, entre las filas de los opositores se criticó el plan de reformas por estar orientado a combatir el terrorismo y no a luchar contra la pobreza y las injusticias del sistema financiero internacional. "La ONU está enferma y necesita un tratamiento adecuado para su enfermedad", criticaba el representante argelino Abdallah Baali. Por el contrario el nuevo plan de reformas de la organización encontró el apoyo de los representantes europeos, así como de asociaciones pro Derechos Humanos como Human Rights Watch.