Triunfal recepción al perdedor
23 de mayo de 2010En el Marienplatz, el corazón de la ciudad, frente a la alcaldía, se abarrotaron desde muy temprano más de 30.000 seguidores del Bayern, pero ellos apenas eran la audiencia en la etapa final del recorrido emprendido por los jugadores y las directivas del club en el estadio Allianz Arena que los llevaría por las principales calles de Múnich. Más de dos horas le tomó a la caravana abrirse paso por las calles de la ciudad donde la gente se apostó para saludar y aplaudir a los deportistas.
“Tendremos que ampliar la plaza”
El alcalde de Múnich, Christian Ude, anfitrión de la recepción, dijo que al gobierno local le va a tocar meditar sobre medidas arquitectónicas en el centro de la ciudad, “porque si la plaza se queda pequeña cuando se pierde, no me quiero imaginar dónde tendremos que festejar cuando se gane”. En diálogo con DW-WORLD Ude aclaró que “no se celebró la derrota, lo que se hizo fue honrar la gran temporada del equipo”, y elogió a la afición del Bayern: “hacer una fiesta de un triunfo es fácil, algo casi natural y que funciona por sí mismo, pero para salir a la calle en forma masiva a mostrarle cariño y respeto a un equipo pese a haber perdido se necesita mucho carácter, una gran identificación, y eso es lo que han demostrado tener los hinchas del Bayern”.
El mismo Arjen Robben, estrella del equipo, confesó que algo así no se lo hubiera esperado nunca: “claro que después de la derrota en Madrid estábamos frustrados, tristes, nadie estaba de ambiente para celebrar, pero cuando nos dijeron que los aficionados querían despedirse de nosotros nos lo pensamos y dimos nuestro visto bueno. Lo increíble fue que durante el recorrido, viendo a la gente, sintiendo sus emociones, se nos olvidó que habíamos perdido la final de la Champions League y lo único que teníamos era una enorme confianza en el futuro”.
El incondicional respaldo de la afición tiene tal vez su origen en el mismo himno del club, “Estrella del sur”, que en una de sus estrofas dice “Bayern es mi equipo y estamos juntos tanto en los buenos como en los malos tiempos”. Las directivas, sin embargo, recordaron también que la temporada fue un éxito, que se ganó el campeonato de la Bundesliga y la Copa Alemana, que se llegó a disputar la Champions League, y que se conformó un grupo de futbolistas del que se pueden esperar muchas cosas buenas.
“Estamos muy orgullosos de ustedes, nuestra afición, nos pone muy contentos que nos demuestren su respaldo, no estoy seguro que el Inter haya sido recibido de esta manera en Milán, con tanto entusiasmo; aunque esta vez no ganamos, les prometo que este equipo va a trabajar para estar aquí de nuevo, muy pronto, levantando el trofeo de la Champions League, dedicándoselo a todos ustedes, que se lo merecen” anunció el directivo Kart-Heinz Rummenigge.
Un regalo para la afición
Pero si esta vez en el Marienplatz de Múnich el Bayern no pudo exhibir el trofeo de la Champions League, por lo menos lo compensó con una noticia que causó un desborde de alegría en los 30.000 asistentes a la fiesta. “Anoche firmamos un nuevo contrato con Franck Ribéry” le contó Rummenigge a la afición cediéndole el micrófono a la estrella francesa.
Ribéry, por primera vez hablando alemán en público, ante miles de hinchas que no cesaba de corear su nombre dijo un poco ruborizado: “ganamos la Bundesliga, ganamos la Copa, no ganamos la Champions League, pero da igual, ya vendrá, yo me voy a quedar cinco años más. Esta temporada fue muy difícil para mi por las lesiones y ustedes siempre me apoyaron, muchas gracias por eso, los amó”.
A continuación el entrenador Louis van Gaal tomó la palabra y reveló “esta mañana al levantarme me sentí como si estuviera muerto, pero ahora, aquí en este balcón, viendo la forma en la que nos reciben, está claro que estamos vivos. La próxima temporada tenemos otra oportunidad de ganar la Champions League, y con este equipo que tenemos, y especialmente con ustedes nuestros seguidores, podemos lograrlo”. Todos los asistentes a la celebración en el centro de Múnich están seguros de que así será.
Autor: Daniel Martínez desde Múnich
Editora: Claudia Herrera Pahl