“Desertores” cubanos boxearán en Alemania
26 de julio de 2007Las especulaciones abundaron desde que los boxeadores Guillermo Rigondeux y Erislanday Lara se apartaron el pasado fin de semana de sus compañeros de la delegación de Cuba en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro. Rápidamente quedó claro que no habían perdido contacto con el equipo por causa de un accidente, ni habían sido víctimas de la violencia delictual, posibilidad que en un comienzo no se había descartado del todo. Este jueves se convirtió en un hecho lo que ya se perfilaba: las estrellas del boxeo cubano firmaron un contrato con la promotora Arena Box Promotion, con sede en Hamburgo.
Precedentes en Hamburgo
El jefe de la empresa, Ahmet Öner, confirmó las informaciones a través de un comunicado. Es más: se espera que los deportistas –que aún no cuentan con permiso de residencia en Alemania- lleguen a Hamburgo dentro de las próximas cuatro semanas.
Con apenas poco más de un año de existencia, Arena Box Promotion posee ya experiencia con boxeadores cubanos. Desde el mes de marzo tiene bajo contrato a otros tres pugilistas caribeños, campeones olímpicos: Yan Barthelemy, Yuriorkis Gamboa y Odlanier Solís, quienes también abandonaron a su delegación durante un torneo en diciembre pasado, en Caracas. Hasta ahora, los boxeadores han satisfecho las expectativas del empresario de origen turco y por lo pronto está programada una presentación en Lübeck para el mes de septiembre.
Las iras de Fidel
No se trata, lógicamente, de un mero acontecimiento deportivo. La huida de deportistas de Cuba tiene un claro trasfondo político y supone un trago amargo para el régimen de la Habana. El propio Fidel Castro dejó rienda suelta a su disgusto al abordar el tema en un artículo, en el que acusó a Estados Unidos y Alemania de promover la “traición” mediante el ofrecimiento de dinero. Más aún: habló de una “mafia alemana” que se dedica a detectar deportistas cubanos en torneos internacionales, tentándolos con “refinados métodos psicológicos” y “muchos millones de dólares”.
Arena Box Promotion rechaza cualquier acusación de utilizar métodos “mafiosos” y asegura que la iniciativa de establecer contacto no partió de la empresa, sino de los boxeadores cubanos. Es posible que a su llegada a Alemania se conozcan más detalles. Por ahora, sólo queda constatar que el caso se repite en Cuba, como se solía repetir en el Este de Europa en tiempos de la Cortina de Hierro y como se seguirá repitiendo probablemente dondequiera que no sea natural el hecho de que un deportista (o un artista) opte por hacer carrera en el país que le parezca más promisorio.