Desplazamiento forzoso: una vergüenza de ayer y hoy
1 de enero de 1970
Una exposición en Bonn no sólo muestra sus destinos - las mismas víctimas lo cuentan. "… y luego bajé a lo largo de toda la costa del Mar Báltico. Mi huída de las tropas rusas duró unos 14 días". Emma Schukies es una de las 12 millones de personas de origen alemán que tuvieron que abandonar su tierra en el Este europeo tras el fin de la II Guerra Mundial.
De sus amargas experiencias se ocupa la exposición "Flucht, Vertreibung, Integration", Escape, Desplazamiento forzado e Integración, que tiene lugar en el museo nacional Haus der Geschichte, de Bonn hasta el 17 de enero de 2006.
Mayor desalojo del siglo XX
La exposición busca primero dar una impresión de las inmensas magnitudes del desplazamiento forzado, ya que se trata del más grande del siglo XX: 12 millones de alemanes fueron despojados de sus casas y terruños. Imágenes muestran a miles de viajeros con sus pocas pertenencias a espaldas en trenes a reventar.
La llegada a Alemania, o a lo que quedaba de ella, es documentada con fotos de niñas que reposan en camarotes hasta en vestidos de primera comunión remendados con tiras de sacos de basura. En ello se percibe algo de las penurias de una travesía que con cada paso hacía más pobre.
Negados en el Este, organizados en el Oeste
El trato de los desplazados alemanes era diferente entre la Alemania del Este y la del Oeste. Según Petra Wohlfahrt, de la Casa de la Historia, "mientras los Umsiedler, los 'reubicados' eran tenidos, algo así como parias innombrables, en la Alemania Federal llegaron a disfrutar de cierta admiración e incluso habiendo fundado vastas organizaciones lograron alguna influencia política, sobre todo en y desde el sur del país".
La exposición busca iluminar este complicado capítulo de la historia alemana. Mientras en buena parte del imaginario público predominan más los conflictos con y entre los diferentes grupos de desplazados, Hans-Joachim Westholt apunta por la cooperación: "Un muy buen ejemplo de ello es el Premio de periodismo germano-polaco a publicaciones objetivas sobre el tema".
Colombia: la vergüenza del nuevo siglo
Y aunque la ocupación del mayor desplazamiento forzoso del pasado siglo siga siendo necesario, no hay que olvidar que ya llevamos 5 años de un nuevo centenario del desalojo violento. Por eso, la exposición presenta imágenes de campos de refugiados en Afganistán, así como mujeres y niños africanos que suplican por pan y techo.
Películas documentales recuerdanademás que en Asia y América Latina se siguen desalojando a personas de sus casas, parcelas y campos. Colombia lleva aquí el amargo récord de la nueva era: 2 millones de personas han sido desplazadas por la guerrilla y los paramilitares. Miles de ellas acampan hoy en nuevos tugurios alrededor de las grandes ciudades o viven, simplemente, en sus calles.