¿Se viene ahora el "Emperador Abiy"?

"Un nuevo horizonte de esperanza" está escrito en el membrete oficial del nuevo gobierno etíope que se formó hace un año. Después del sangriento fin de semana, ¿ha desaparecido ya el rayo de esperanza de una Etiopía unida y constituida democráticamente? 

Es ciertamente prematuro proclamar el fin de la primavera etíope después del supuesto o real golpe (hasta ahora sólo las autoridades oficiales han utilizado este término). Pero la acción concertada de los mandos con el asesinato de cinco altos funcionarios plantea naturalmente serios interrogantes sobre la capacidad democrática de este Estado de 100 millones de habitantes en el Cuerno de África.

El proyecto electoral fracasó por el momento

Hay muchas cosas que parecen seguras: las elecciones previstas para mayo de 2020 no podrán celebrarse como estaba previsto, incluso la prueba -un censo nacional- debió ser cancelada. El deseo de Abiy de que su reforma sea aprobada oficialmente por el electorado fracasó. El nuevo hombre fuerte también parece débil en otros lugares: Etiopía, con sus millones de desplazados internos, es el escenario del mayor drama de refugiados en el continente. ¿Sigue siendo posible hacer un Estado con un líder tan impotente?

Pero hay una interpretación alternativa de cómo los acontecimientos recientes darán forma a la historia etíope, ahora que el chovinismo étnico profundamente arraigado, oprimido durante milenios, ha mostrado su feo rostro a todo el mundo. El Primer Ministro, que comenzó como conciliador, puede ahora intentar gobernar con mano dura. Los leales a Abiy están destinados a ocupar puestos clave en las regiones de Etiopía, en el ejército y en el servicio secreto. El joven reformador ha reemplazado finalmente la grotesca ingenuidad por la "hoja de ruta" que los ciudadanos etíopes han exigido desde hace mucho tiempo.

"Emperador Abiy"

Al final, según predicen los partidarios de esta teoría, el jefe de gobierno podría convertirse en una suerte de "emperador Abiy", que dispondría de facto un poder absoluto. Esto ni siquiera sería una sorpresa, dado que ya ha coqueteado antes con la idea de amplios poderes presidenciales.

Afortunadamente, por ahora, esto sigue siendo sólo un escenario posible, aunque preocupante. Y no se debe pretender que Etiopía se enfrente inminentemente a un retorno a los viejos tiempos autoritarios. Pero para que la agenda de reformas  "Nuevo Horizonte" dé sus frutos, tendrá que gobernar con mayor determinación. Y mantener el apoyo al proyecto entre los aproximadamente 105 millones de etíopes, incluso más allá de las líneas étnicas.

(dg)

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