Los desterrados del Schalke
2 de abril de 2010Los delanteros del equipo líder de la Bundesliga, que este fin de semana podría aclarar definitivamente su aspiración a salir campeón en la presente temporada derrotando a su más inmediato seguidor, el Bayern, cometieron errores que sus entrenadores nacionales –pese al gran rendimiento en sus clubes- aún no perdonan. Farfán y Kuranyi aún no se resignan a enterrar definitivamente sus sueños de volver a vestir el uniforme de sus países, y si el único criterio fuera deportivo, los dos ya habrían acumulado meritos suficientes para estar de nuevo en la selección.
Un hasta luego que se convirtió en adiós
El “pecado” de Kevin Kuranyi podría resumirse diciendo que simplemente se marchó sin despedirse. El delantero, que en el partido contra Rusia por las eliminatorias al Mundial, jugado en Dortmund el 11 de octubre del 2008 (2-1), fue enviado a la tribuna mientras en el campo estaban Lukas Podolski y Miroslav Klose, y en la banca Mario Gómez, se molestó por no ser tenido en cuenta y sin avisarle a nadie se fue a casa en la pausa.
Al final del partido un amigo suyo fue a recoger sus pertenencias. Kuranyi (alemán latinoamericano con nacionalidad brasilera y panameña) no se dejó ver más y el entrenador Joachim Löw consideró la acción una afrenta a su autoridad e inmediatamente tomó medidas disciplinarias: en vez de un castigo temporal el delantero fue sentenciado al destierro total, “no puedo aceptar lo que hizo y por eso en el futuro no lo volveré a nominar a la selección” dijo Löw poniendo punto final a la carrera del delantero en el uniforme alemán.
De nada valieron las disculpas del jugador, ni el arrepentimiento por una acción en la que se dejó llevar por sus emociones, que en la tribuna del estadio alcanzaron dimensiones cercanas a la humillación cuando tuvo que tomar asiento junto a los aficionados del Dortmund –el archirival del Schalke, equipo de Kuranyi- aceptando su degradación como quinto delantero alemán después de Lukas Podolski, Miroslav Klose, Mario Gómez y Patrick Helmes. El atacante parecía predestinado a sufrir en la selección alemana, de la cual le tocó despedirse antes del Mundial 2006, pese a haber pertenecido a la nomina que se preparó para el evento, porque el entrenador de aquel entonces, Jürgen Klinsmann, decidió cederle su cupo a un futbolista hasta entonces desconocido, David Odonkor.
Hoy, sin embargo, la situación es diferente; Kevin Kuranyi es el mejor delantero alemán del momento, con sus 17 goles encabeza la lista de artilleros de la Bundesliga y su rendimiento está muy por encima de lo que han exhibido en la temporada sus competidores Podolski, Klose, Gómez, Helmes, o el emergente Stefan Kießling. La afición y los especialistas claman por su regreso y el entrenador Löw se enfrenta al dilema de perdonarlo o mantenerse firme en su decisión, lo que significaría no llevar al Mundial de Sudáfrica al mejor; la solución sólo se sabrá el 6 de mayo, cuando se conozca la lista de jugadores que representarán a Alemania en el evento, hasta entonces Kuranyi debe sostener el nivel que tiene hoy.
Primero fiesta, luego el destierro
En la noche del 18 de noviembre del 2007 había motivo para celebrar, Perú empató contra Brasil (1-1) en la clasificación para el Mundial de Sudáfrica, un resultado importante y positivo que despertó alegría. El problema es que la fiesta, en la que según la prensa peruana se ingirió alcohol y fue atendida por mujeres, se llevó a cabo en el hotel en el que estaba concentrada la selección que tenía dos días más tarde otro partido importante contra Ecuador el cual perdió 5-1. Los principales animadores de fiesta fueron el capitán Claudio Pizarro (Bremen) y Jefferson Farfán (Schalke).
Luego de investigaciones internas, la Federación Peruana de Fútbol (FPF) sancionó la conducta de los dos jugadores con una multa de cerca de 20.000 dólares y una inhabilitación para jugar en la selección de 18 meses cuya vigencia empezó en enero del 2008. Siete meses más tarde la FPF levantó el castigo y habilitó a los jugadores para volver a ser convocados a la selección, en caso de que el entrenador nacional así lo dispusiera.
Jeffersón Farfán, sin embargo, no juega desde entonces con la camiseta de Perú, el entrenador José del Solar ha mantenido su decisión de prescindir del futbolista del Schalke, que no se cansa de reiterar que espera poder volver pronto a defender los colores de su país y dice “esa es la ilusión de todos, pero el momento llegará”. Al igual que su colega Kevin Kuranyi, Farfán confía en que su rendimiento, y quizás el titulo alemán con el Schalke, borren los errores del pasado y se conviertan en un nuevo inicio.
Autor: Daniel Martínez
Editora: Claudia Herrera Pahl