Diego Forlán ya es una de las grandes figuras del Mundial
7 de julio de 2010Dos Botas de Oro, título de la Liga Europa con el Atlético de Madrid, embajador de la Unicef: el uruguayo Diego Forlán venía sumando méritos en su hoja de servicios pero le faltaba una gran actuación en la élite del fútbol mundial, la que plasmó ahora en Sudáfrica 2010.
Más allá de cómo le vaya a Uruguay el sábado en su partido por el tercer puesto y a él mismo, que arrastra una molestia cerca del abductor, el delantero se ganó un puesto entre los mejores en el Mundial próximo a concluir a fuerza de goles -cuatro- y de destacar en el juego de su selección.
De paso, saldó una vieja deuda con la "celeste" y sus hinchas, ya que durante varios años Forlán no escapó al karma de la estrella sudamericana, la cual brilla en su equipo europeo pero se opaca con la camiseta de su país.
Con su melena rubia al viento, Forlán fue vital con un doblete en la goleada sobre la anfitriona Sudáfrica que abrió a la "celeste" las puertas a los octavos de final. Pero además, aportó en ese partido y en los siguientes ante México, Corea del Sur y Ghana una excelente actuación como enganche pese a no ser su hábitat natural.
El jugador de 31 años dejó de lado cualquier egoísmo y trabajó para que su compañero de ataque Luis Suárez, bien de punta, tuviera chances concretas y marcara los tantos de las victorias sobre mexicanos y surcoreanos. "Más atrás es más difícil que convierta, pero lo importante es que le vaya bien al equipo", dijo entonces.
Respondiendo a los deseos del entrenador Oscar Tabárez -que lo prefirió en esa función a un enganche más definido como puede ser Nicolás Lodeiro- Forlán se retrasó unos cuantos metros en el terreno para alimentar al goleador del Ajax y a Edinson Cavani, con buenas actuaciones pero sin fortuna para dejar su marca en el arco contrario.
En contraposición sí la siguió dejando el atacante del Atlético, que cuando se le venía la noche a su equipo contra Ghana metió un tiro libre de libro para una igualdad que sirvió luego para llegar a la victoriosa definición por penales y al pasaporte a semis.
Y también puso su sello en la noche del martes en Ciudad del Cabo con un zurdazo envenenado que venció la resistencia del arquero Maarten Stekelenburg para el empate transitorio 1-1. Después llegó la seguidilla de goles naranjas y el descuento celeste para el 3-2 que depositó en la final de Johannesburgo a los europeos.
El liderazgo anímico de Forlán en la "nueva" selección uruguaya -que se metió a último momento en el Mundial y como mínimo tiene asegurado igualar en Sudáfrica su mejor posición desde México 70, cuando fue cuarta- quedó evidenciado en el brazalete de capitán que lució ante Holanda ante la ausencia del lesionado Diego Lugano.
A seis minutos del final, por esa molestia muscular que sintió desde el arranque del partido y adjudicada al cansancio de haber jugado 67 partidos en la temporada, Forlán dejó la cancha. Luego aclaró que espera llegar en condiciones para el choque en Port Elizabeth por el tercer puesto, que anunció será para Uruguay una nueva "final". "No nos vamos a conformar con el cuarto puesto", advirtió.
El próximo partido significa además para Forlán la posibilidad de luchar por el sitial de privilegio entre los artilleros del Mundial, ya que suma apenas un gol menos que el español David Villa y el holandés Wesley Snejider, ambos con cinco.
Si las estrellas se siguen alineando y su físico lo permite, es posible que el Forlán "todoterreno" y goleador todavía aumente su cuenta y la de su equipo, ahora que ya no tiene deudas pendientes.
Autor: Marcelo R. Androetto (dpa)
Editor: Enrique López