Diez razones para visitar Lübeck
Acá, donde floreció el comercio y la navegación, huele a mazapán. Lübeck ofrece al visitante historia marítima y literatura. Su casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Isla en el río
El casco antiguo de Lübeck está en una isla ubicada en medio del río Trave, que desemboca en el mar Báltico a unos 20 kilómetros de la urbe. Varios barcos históricos se encuentran en el Museo Marítimo del Puerto, entre ellos navíos de vela tradicionales. Los turistas pueden hacer viajes en algunos de ellos.
La puerta de Holsten
Es el principal hito turístico de Lübeck, y además una estructura tan famosa que aparece desde 2006 en las monedas de 2 euros acuñadas por el estado federado de Schleswig-Holstein. La puerta fue erigida en el siglo XV para proteger la ciudad de conquistadores. En la actualidad, sus muros, algunos de los cuales tienen un grosor de 3,5 metros, albergan un museo que relata la historia de la ciudad.
Edificios de ladrillos
El casco antiguo de Lübeck tiene varios edificios de ladrillos bellamente ornamentados, como la Burgtor, la entrada norte a la ciudad. Todo el casco antiguo es Patrimonio de la Humanidad de Unesco desde 1987. El uso de ladrillos horneados como material de construcción llegó a Europa en el siglo XII. Con ellos surgió el estilo arquitectónico gótico báltico.
Callejones y patios
La navegación y el comercio hicieron de Lübeck una urbe potentada en la Edad Media. Cada vez más personas acudían a la ciudad, pero como el espacio de la isla era limitado, se usaron los patios para construir nuevos edificios. Como resultado, surgieron pequeñas construcciones de dos pisos ubicadas en calles estrechas. Hoy, esos laberínticos caminos son ideales para recorrer y explorar la ciudad.
Tradición marina
Los capitanes de las embarcaciones de Lübeck solían encontrarse aquí. La Sociedad de Marineros es el hogar de los viejos marinos. Hoy, este edificio, que data de 1535, alberga un restaurante de temática marítima donde se sirve comida regional. Por supuesto, esto incluye numerosas variaciones de platos de mariscos.
Mazapán
Este dulce hecho de almendras y azúcar es originario de Oriente, pero tiene una larga tradición en Lübeck. Aquí los confiteros tenían siempre a mano los ingredientes necesarios, porque la ciudad era un importante centro de comercio. Productos de todo el mundo estaban disponibles. Hasta hoy, Lübeck debe parte de su fama a los mazapanes.
Thomas Mann
A la temprana edad de 22 años, Thomas Mann escribió "Los Buddenbrook”, una novela sobre el ascenso y la caída de una familia de mercaderes de Lübeck. Años después, Mann ganaría el Premio Nobel de Literatura. Un museo rinde tributo al escritor en Lübeck y la casa Buddenbrook está decorada tal como aparece en la novela.
Museo Europeo de la Liga Hanseática
Lübeck es considerada la "reina de la Liga Hanseática". En la Edad Media la ciudad jugaba un papel importante en la confederación de comerciantes del norte de Alemania. Por eso no sorprende que en 2015 el Museo Europeo de la Liga Hanseática abriera sus puertas en Lübeck. Habitaciones especialmente decoradas muestran cómo era la vida en esos buenos años.
Cerca del mar Báltico
Lo que era bueno para los comerciantes de la Liga Hanseática aún es bueno para Lübeck: su cercanía al mar. La localidad costera de Travemünde es un distrito de Lübeck. Como su nombre lo indica, se halla en la desembocadura del río Trave, donde se une con el mar Báltico. Después de visitar la ciudad, consiga una Strandkorb (una silla de playa con techo de mimbre) y disfrute de la brisa marina.
Paraíso navideño
Lübeck es considerada la ciudad navideña del norte de Alemania. Numerosos mercados invitan al visitante a comprar, regalos y beber vino caliente, el principal de los cuales se encuentra frente al ayuntamiento. El edificio, que data de 1308, da identidad al decorado del mercado navideño.