Dilma Rousseff quiere apurar plebiscito en Brasil
27 de junio de 2013
La conmoción política que han generado las manifestaciones en Brasil no merma con el paso de los días. Este jueves (27.06.2013), la presidenta Dilma Rousseff se reunió con legisladores y dirigentes aliados en Brasilia, con quienes analizó la situación y buscó fórmulas para salir del problema.
La mandataria espera enviar a la brevedad su propuesta de plebiscito para una reforma política al Congreso. Fuentes de gobierno estiman que el próximo lunes (01.07.2013) la iniciativa llegará al Congreso, aunque la fecha definitiva de la votación dependerá de una respuesta del Tribunal Superior Electoral, dijo el ministro de Educación, Aloizio Mercadante.
Gilberto Carvalho, secretario general de Rousseff, agregó que la mayor lección que aprendió el Gobierno es la necesidad de prestar mayor atención a las voces que vienen de la calle. “Por ello, el plebiscito, que permitirá a la gente expresarse sobre las reformas, es tan importante. Subestimar la capacidad de la población sería un enorme error”, dijo Carvalho.
Choques cerca del estadio
Mientras el gobierno busca con la fórmula para dejar satisfechos a los manifestantes, las protestas no se detienen. La tarde de este jueves, unas 6.000 personas se enfrentaron con la policía cerca del estadio de Fortaleza, donde se jugaría la segunda semifinal de la Copa Confederaciones entre España e Italia.
Las movilizaciones reclaman contra los gastos excesivos en que habría incurrido el Estado para la organización de este torneo y del Mundial de 2014. Asimismo, hay malestar por la mala calidad de la educación, la mala atención de salud, la corrupción y el deficiente sistema de transporte público. El plan de Rousseff es convocar a una votación que decida reformas para enfrentar esas deficiencias.
Victoria Ferreira, una muchacha de 16 años que se manifestaba en medio de los choques con la policía, dijo a la agencia AP que “es irónico que si algo pasa acá, si hay violencia y quedamos heridos, no hay hospitales para atendernos”. Si bien las marchas continúan, son notoriamente menos numerosas que las primeras, gavilladas por un aumento de 20 centavos de real en el precio del transporte público.
DZC (Reuters, AP, dpa)