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Discriminación racial: leyes hay, pero poco se aplican

Pablo Kummetz25 de junio de 2008

En muchos países de la UE no se aplican lo suficiente las leyes existentes contra la discriminación, registrándose también una preocupante tendencia al aumento del racismo.

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Familia gitana en Bulgaria. En segundo plano, las precarias viviendas.Imagen: AP

Así se constata en el Informe 2008 de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA), que acaba de ser presentado en el Parlamento Europeo. Además de registrar un aumento del número de casos de racismo y discriminación, la agencia destaca sobre todo la subutilización en muchos países de la gama de medios que ofrece la legislación europea para luchar eficazmente contra esos fenómenos y llama a llevarlos más a la práctica.

OSZE Anastasia Crickley
Anastasia CrickleyImagen: OSCE/Mikhail Evstafiev

"Debemos garantizar que los derechos y la protección contra la discriminación y el racismo no se reduzcan a la teoría, sino que también se implementen", dijo Anastasia Crickley, presidenta del consejo de administración de la FRA en la presentación del informe ante el Comité de Libertades Civiles del Parlamento Europeo en Bruselas.

Para Crickley, los elementos claves de la directiva europea relativa a la no discriminación racial son un organismo fuerte de defensa de la igualdad que disponga de importantes recursos y una sensibilización respecto a las posibilidades de recursos legales a disposición de la víctimas de la discriminación.

Como ejemplo positivo, la FRA menciona el caso de Francia, donde la autoridad oficial de lucha contra el racismo, la HALDE, ha adquirido una gran presencia organizando campañas de información para sensibilizar a la opinión pública, tanto sobre la creación de la autoridad como sobre el tema de la discriminación. Como consecuencia, HALDE ha recibido desde 2006 un número importante y creciente de denuncias.

Una reciente encuesta ha sacado a luz además el creciente interés de la opinión pública francesa sobre el tema. Casos alentadores como ése y los ejemplos, citados en el informe, de campañas de sensibilización en Bélgica, los Países Bajos, Irlanda, Reino Unido, Alemania y España "deben ser mostrados a los otros Estados miembros como forma para mejorar sus respectivas legislaciones antidiscriminación", subrayó Crickley.

Reino Unido: rigor en la aplicación de sanciones

La aplicación y la severidad de las sanciones es otro de los indicadores importantes de la efectividad de la lucha contra la discriminación. Las estadísticas muestran que el Reino Unido es el país que con más rigor aplica sanciones. En 2006-2007, Gran Bretaña impuso más sanciones que todos los demás países miembros de la UE juntos. En doce países miembros no se aplicó ni una sanción. Las divergencias en la aplicación de las leyes saltan a la vista.

La FRA constata además un aumento de los ataques racistas en la UE, que no sólo puede remitirse a más denuncias por un aumento de la conciencia pública. "Existen motivos de preocupación de que los datos existentes del 2000 al 2006 efectivamente muestren una tendencia hacia el aumento de las agresiones racistas", dijo Crickley.

La tendencia fue registrada sobre la base de datos proporcionados por once países. Paralelamente, la FRA destaca que también la atención respecto al tema ha aumentado. Son dos caras de la misma medalla: donde se mira con más atención también se encuentra más.

Registros incompletos y no comparables

El número de ataques con trasfondo xenófobo por ejemplo en Alemania aumentó de 14.700 en el año 2000 a más de 18.000 en el 2006: un aumento de más del veinte por ciento. En otros países, las cifras se han duplicado y en Eslovaquia incluso multiplicado por tres. Problemático es que sólo en once países de la UE se registran datos por separado sobre ese tipo de delito y que además no son posibles comparaciones porque los datos registrados contienen diferentes tipificaciones.

En numerosos países, entre ellos Alemania, la discriminación no es perseguida penalmente. Las autoridades alemanas no impusieron ninguna pena ni multa por esa razón en los dos últimos dos años, destaca la FRA. La Comisión de la UE envió en 2007 advertencias a 14 países de la UE porque éstos no han implementado adecuadamente las disposiciones comunitarias.

La FRA también critica la falta de oficinas especiales para presentar denuncias y las en general pocas campañas públicas para mejorar los conocimientos de los afectados respecto a sus derechos. Pocos adelantos ve la Agencia en la discriminación racial: tanto en los lugares de trabajo como en el alquiler de viviendas, la educación y la salud siguen registrándose casos de tratamiento desigual, particularmente con respecto a los gitanos. La Agencia trabaja actualmente junto con la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y el Consejo de Europa en un proyecto sobre los movimientos migratorios de los gitanos.

La Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión fue creada en 2007, como sucesora del Observatorio Europeo del Racismo y la Xenofobia, de 1997, y tiene su sede en Viena. El objetivo de la Agencia es asesorar a las instituciones de la UE y a los países miembros sobre los derechos fundamentales; recoger, analizar y divulgar datos; elaborar y publicar conclusiones y fomentar el diálogo con la sociedad civil para sensibilizar a la sociedad sobre los derechos fundamentales. La Agencia no puede examinar denuncias individuales ni fijar normas.