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Diálogo con Hamás: ¿oportunidad o claudicación?

DW-WORLD14 de febrero de 2006

La invitación al diálogo que Moscú extendió a Hamás plantea interrogantes sobre la posibilidad de negociar con ese movimiento y el papel de Rusia, temas que aborda la prensa europea en sus comentarios.

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Khaled Mashaal, líder político de Hamás: ¿logrará convertirse en un interlocutor válido?Imagen: AP

El diario Politiken, de Copenhague, apunta: "La política occidental con respecto al Medio oriente ha partido tradicionalmente de la base de que los gobiernos existentes son los únicos garantes de la estabilidad en la región y los grupos religiosos una vía segura para provocar problemas. Lo primero ha demostrado claramente ser falso. Lo segundo podría refutarlo Hamás. El que lo consiga o no, será decisivo para el futuro de los palestinos y la construcción de su Estado. En el mundo árabe, esto también es visto como una forma de comprobar si los movimientos religiosos sólo pretenden y pueden ser destructivos, o también quieren ser constructivos. En el marco del proceso de paz, Hamás tendrá que dar pruebas, al igual que el gobierno israelí, de su voluntad de alcanzar una solución negociada. (...) A fin de cuentas, Hamás será medido por sus actos y no por sus palabras."

Definición alemana

El Süddeutsche Zeitung, de Múnich, opina: "En la Unión Europea hay diversos gobiernos que, en el caso de Hamás, apuestan por una transformación a trevés del acercamiento. Esa no puede ni debe ser la posición alemana. Naturalmente hay en la política israelí con respecto a los palestinos muchos aspectos discutibles y algunas cosas son dignas de rechazo. No obstante, Berlín no puede adoptar una postura equidistante en este conflicto.

"Supertolerencia" europea

Die Presse, de Viena, comenta:" Europa se arrodilló antes de haberse erguido siquiera. El Cuarteto del Medio oriente, al que además de la UE pertenecen Estados Unidos, la ONU y Rusia, había supeditado la posibilidad de negociar directamente con Hamás a la condición de que abjurase de la violencia. Pero poco después Vladimir Putin invitó a Hamás a conversar a Moscú. Lejos de indignarse por el foul ruso, la comisaria de Asuntos Exteriores de la Unión Europea, Benita Ferrero-Waldner, susurró al Kremlin que esa 'iniciativa' también podría tener algo bueno. Los supertolerantes cerebros europeos tampoco impugnaron el hecho de que líderes de Hamás mantengan públicamente su objetivo de destruir a Israel: con toda tranquilidad se sigue pidiendo a Israel el diálogo con terroristas islámicos. No se puede descartar que algún día haya realmente negociaciones con Hamás. Pero antes, Hamás tendrá que cambiar hasta lo irreconocible. Y sólo lo hará si se lo trata con firmeza."

Mediador fidedigno

Der Standard, también de la capital austriaca, señala: " Primero, en la pugna en torno al programa nuclear iraní (...) y ahora, con la oferta de diálogo al movimiento extremista Hamás, triunfador en las elecciones palestinas. En ambos casos, Moscú puede desempeñar con cierta credibilidad el papel de mediador. Por una parte, porque representa para muchos actores de la región un contrapeso a Estados Unidos. Y, por otro lado, porque todos los implicados tienen claro que Rusia también persigue sus propios intereses. ¿Cuál sería la alternativa al diálogo con los halcones tanto de Teherán como de Gaza? Nadie quisiera imaginar seriamente sus consecuencias. Sintomático es que también en Israel, tras un momento de espanto, se vea entretanto en la propuesta de Moscú al menos una pequeña oportunidad. Nadie puede permitirse desperdiciarla en vista de la explosiva mezcla que se ha fraguado en la región."