Documentos en WikiLeaks revelan muerte de civiles y casos de tortura
24 de octubre de 2010Usando como fuente los documentos proporcionados por WikiLeaks, el rotativo británico señala que 680 civiles perecieron a manos del ejército estadounidense en puestos de control ubicados en Irak. Esto, dice el Sunday Times, significaría que la milicia de EE.UU. mató a seis civiles por cada rebelde detectado y muerto en dichos puestos. En ocasiones, los soldados abrían fuego simplemente porque un auto no hacía alto total. En uno de esos incidentes resultó herido fatalmente un niño de tres años de edad.
Las revelaciones publicadas hoy por el Sunday Times son sólo una parte del panorama contenido en los documentos que WikiLeaks puso a disposición de medios como el alemán Der Spiegel. En un despacho dirigido a sus lectores, éste explica la importancia de los documentos y por qué decidió publicarlos pese a que las filtraciones de WikiLeaks son consideradas “irresponsables” por el Pentágono.
En este caso, “resulta novedoso el hecho de que ahora son los propios militares estadounidenses los que documentan cuán desastroso fue el curso de la operación militar en Irak.” Además, dice el semanario germano, “los documentos sobre Irak no solamente dan cuenta de incidentes aislados, sino que constituyen el retrato de una realidad en 391.832 partes, que será fundamental par el análisis histórico de esta guerra.” Esta realidad incluye además presuntos casos de abuso a ciudadanos iraquíes, también por parte de las fuerzas de seguridad locales.
En la edición que comenzará a circular este lunes, Der Spiegel dedica su portada al tema y se pregunta: “Más de 100.000 muertos y no se logra la paz en Irak. ¿Ha valido la pena?”.
División en el Reino Unido
Entre tanto, las reacciones en Europa también comienzan a desgranarse. La más notable hasta el momento es la aparente división que las filtraciones de WikiLeaks han causado en la cúpula del Gobierno británico. Mientras el Ejecutivo y el ministerio de Defensa condenaron “toda difusión no autorizada de documentos clasificados”, el viceprimer ministro Nick Clegg afirmó a la emisora BBC que “la naturaleza de las acusaciones es extraordinariamente grave”, en referencia a la muerte de civiles y los casos de tortura a manos de soldados estadounidenses en Irak.
Clegg también abordó la dimensión internacional de este tema. El Gobierno estadounidense, dijo, “querrá dar su propia respuesta y no nos corresponde decirles cómo hacerlo.”
Assange, ¿dictatorial?
Por lo demás, el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, aparece como figura prominente en la prensa internacional. En entrevistas concedidas a medios como Der Spiegel, The New York Times o El País, el australiano de 39 años de edad defiende la publicación de los documentos.
Pero los reportajes sobre Assange no se quedan ahí: hacen referencia además a la controvertida personalidad del entrevistado. Tanto el New York Times como El País mencionan el cisma en el grupo de fundadores de WikiLeaks, y abordan el distanciamiento entre Assange y el alemán Daniel Domscheit-Berg, ex portavoz de la plataforma de Internet.
Éste critica el hecho de que WikiLeaks se concentre cada vez más en la figura del australiano, quien “se está comportando como un dictador”, según afirmó Domscheit-Berg a El País. El New York Times trae a colación las dudas existentes sobre las fuentes de financiación de WikiLeaks.
Otro tema no aclarado del todo es la manera como WikiLeaks obtuvo los documentos que filtró a la prensa. La plataforma afirma que los expedientes provienen de una base de datos secreta del Pentágono, pero no ha dicho cómo logró llegar a ésta.
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Editora: Claudia Herrera Pahl